El cáncer de pulmón se ha convertido en la principal causa de muerte por cáncer en Argentina, afectando tanto a hombres como a mujeres. En el país, se registran anualmente más de 12,000 nuevos casos y alrededor de 8,400 muertes, lo que lo posiciona como un problema de salud pública crítico. A pesar de las campañas de concientización, la mayoría de los diagnósticos se realizan en etapas avanzadas, cuando las opciones de tratamiento son limitadas y menos efectivas.
La detección temprana es fundamental para mejorar las tasas de supervivencia. Sin embargo, muchos pacientes llegan al consultorio en estadios avanzados de la enfermedad, lo que se debe a que el cáncer de pulmón suele ser asintomático en sus primeras fases. Según el médico especialista en neumonología José Luis Morero, entre el 30% y el 40% de los pacientes son diagnosticados en estadio IV, donde el cáncer ya se ha diseminado a otros órganos. Esto resalta la necesidad de implementar programas de detección precoz y políticas preventivas que puedan ayudar a identificar la enfermedad en sus etapas iniciales.
El impacto del cáncer de pulmón en la salud pública es significativo. En 2022, el 62% de las muertes por esta enfermedad ocurrieron en hombres, aunque la incidencia en mujeres ha ido en aumento, especialmente en las últimas décadas. El consumo de tabaco es el principal factor de riesgo, asociado al 90% de los casos diagnosticados. Además, otros factores como la exposición al asbesto y la contaminación ambiental también contribuyen a la incidencia de esta patología.
La carga económica que representa el tratamiento del cáncer de pulmón es considerable. Se estima que el tratamiento de esta enfermedad consume cerca del 19% del gasto total en salud destinado a todos los tipos de cáncer en Argentina, lo que equivale a aproximadamente 556 millones de dólares anuales. Esto subraya la importancia de la detección temprana, no solo desde una perspectiva de salud, sino también económica.
Los programas de cribado son esenciales para aumentar la detección temprana y reducir la mortalidad. La tomografía computarizada de baja dosis (TCBD) ha demostrado ser efectiva en la identificación de cáncer de pulmón en personas de alto riesgo, como fumadores actuales o exfumadores. La tasa de supervivencia a cinco años en estadio I puede superar el 60-80%, mientras que en estadio IV es menor al 10%. Esto demuestra que el diagnóstico temprano puede cambiar radicalmente las perspectivas de tratamiento y supervivencia.
El Instituto Alexander Fleming ha implementado un programa pionero de detección precoz de cáncer de pulmón en Argentina y Latinoamérica. Este programa está dirigido a personas entre 50 y 80 años que fumen o hayan fumado en los últimos 15 años. Además de la detección, el programa incluye asistencia para dejar de fumar, lo que puede tener múltiples beneficios para la salud del paciente.
El enfoque multidisciplinario es crucial en el tratamiento del cáncer de pulmón. Un equipo de especialistas en neumonología, oncología, diagnóstico por imágenes, y otros campos trabaja en conjunto para determinar el mejor curso de acción para cada paciente. Esto incluye la realización de tomografías computadas de baja dosis anuales y el apoyo en la cesación del tabaquismo.
La concientización sobre el cáncer de pulmón y la promoción de la detección temprana son pasos vitales para abordar esta enfermedad. A pesar de los desafíos, la implementación de programas de detección precoz y políticas de salud pública puede ayudar a reducir la mortalidad y mejorar la calidad de vida de los pacientes. La colaboración entre profesionales de la salud y la comunidad es esencial para avanzar en la lucha contra el cáncer de pulmón en Argentina.