La situación política en España se encuentra en un punto crítico, especialmente para el partido Sumar, que ha visto una caída drástica en su apoyo electoral. Según los últimos sondeos, si las elecciones generales se celebraran hoy, Sumar podría perder hasta 24 escaños, quedándose con solo siete, lo que representa un 5,5% del voto. Este escenario plantea serias dudas sobre la capacidad del presidente Pedro Sánchez para mantener su Gobierno de coalición, ya que el PSOE también experimentaría una ligera disminución, quedándose con 117 escaños, lo que aleja aún más la posibilidad de una mayoría absoluta.
**La Caída de Sumar y el Resurgimiento de Podemos**
La debacle de Sumar se produce en un contexto de intensa competencia interna en la izquierda, donde Podemos intenta recuperar su relevancia. La exministra de Igualdad, Irene Montero, ha sido designada como la candidata de Podemos para las próximas elecciones, lo que podría complicar aún más la situación para Sumar. Este partido, liderado por Yolanda Díaz, se encuentra en una encrucijada, ya que debe decidir si seguir adelante con su agenda o ceder ante las presiones de la coalición gubernamental, especialmente en temas tan delicados como el rearme militar propuesto por Sánchez.
La crisis interna en Sumar se ha intensificado, y la falta de una estrategia clara podría llevar a una fragmentación aún mayor del voto de izquierda. Según las encuestas, Sumar solo logra retener el 38,5% de los votos que recibió en las elecciones anteriores, lo que indica una fuga significativa hacia Podemos y el PSOE. Este fenómeno no solo refleja la desconfianza hacia Sumar, sino también la necesidad de los votantes de encontrar una alternativa viable en la izquierda.
**El Papel del PP y la Estrategia de Sánchez**
Mientras tanto, el Partido Popular (PP), bajo el liderazgo de Alberto Núñez Feijóo, se perfila como el gran beneficiado de esta crisis. Con un pronóstico de 150 escaños, el PP podría formar una sólida mayoría junto a Vox y UPN, alcanzando un total de 191 escaños. Esta situación le permitiría a Feijóo negociar con Vox sin necesidad de incluirlo en su Gobierno, lo que podría ser un alivio para muchos votantes moderados que temen una alianza más estrecha entre el PP y la extrema derecha.
El presidente Sánchez, por su parte, se enfrenta a un dilema complicado. A pesar de los escándalos de corrupción que han salpicado a su Gobierno, ha logrado mantener una base de apoyo relativamente estable. Sin embargo, su capacidad para formar un nuevo Gobierno de coalición dependerá en gran medida de cómo maneje la crisis actual y de su habilidad para unir a la izquierda en torno a un proyecto común.
La estrategia de Sánchez de posicionarse en el escenario internacional, aunque le ha permitido recuperar algo de popularidad, no parece ser suficiente para contrarrestar la creciente desconfianza hacia su gestión. La falta de una mayoría clara en el Parlamento podría complicar la aprobación de los Presupuestos y otras leyes clave, lo que a su vez podría llevar a una mayor inestabilidad política.
En este contexto, la lucha por el voto de la izquierda se intensifica, y la fragmentación del electorado podría ser la clave para el futuro político de España. La competencia entre Sumar y Podemos, junto con la presión del PP y Vox, crea un panorama electoral incierto que podría tener repercusiones significativas en la gobernabilidad del país en los próximos años.