La vacunación es un tema crucial en la salud pública, especialmente en el contexto de la pandemia de COVID-19. Un aspecto que ha cobrado relevancia es la elección del brazo para recibir las vacunas. Recientes investigaciones sugieren que administrar la dosis de refuerzo en el mismo brazo que la dosis inicial podría tener un impacto significativo en la respuesta del sistema inmunitario. Un estudio australiano ha comenzado a desentrañar las razones biológicas detrás de esta observación, lo que podría llevar a estrategias de vacunación más efectivas en el futuro.
### La Relevancia de la Localización de la Vacunación
Históricamente, la elección del brazo para recibir una vacuna se consideraba una cuestión de comodidad. Sin embargo, investigaciones previas ya habían indicado que aplicar la dosis de refuerzo en el mismo brazo podría potenciar la respuesta inmunitaria. Esto se debe a que el sitio de vacunación influye en la activación y eficiencia de las células inmunitarias responsables de generar anticuerpos protectores.
El estudio australiano, publicado en la revista Cell, analizó el comportamiento del sistema inmunitario en ratones tras la administración de vacunas. Los investigadores encontraron que los macrófagos, un tipo de célula inmunitaria, se organizan en los ganglios linfáticos cercanos al sitio de la inyección. Estos macrófagos no solo eliminan patógenos, sino que también coordinan la respuesta de otras células clave, como las células B de memoria, mejorando su capacidad para reaccionar ante una nueva exposición al antígeno.
Anthony Kelleher, uno de los autores del estudio, explicó que los hallazgos se obtuvieron al analizar la biología compleja en ratones y luego se confirmaron en humanos. Esto se realizó en el ganglio linfático, el lugar donde se genera la respuesta a la vacuna.
### Interacción entre Macrófagos y Células B de Memoria
La vacuna introduce en el organismo una versión inofensiva del patógeno, conocida como antígeno. Este antígeno se filtra hacia los ganglios linfáticos, que actúan como centros de entrenamiento del sistema inmunitario. Dentro de estos ganglios, las células B de memoria, que son responsables de recordar infecciones pasadas, tienden a ubicarse cerca del sitio de la inyección original.
El estudio reveló que las células B de memoria migran hacia la capa externa del ganglio linfático local e interactúan directamente con los macrófagos residentes. Esta interacción es crucial: al administrar una dosis de refuerzo en el mismo brazo, los macrófagos pueden capturar el nuevo antígeno de manera más eficiente y activar rápidamente a las células B de memoria, generando anticuerpos de alta calidad.
Rama Dhenni, coautora del estudio, destacó que los macrófagos de los ganglios linfáticos más cercanos al punto de inyección desempeñan un papel fundamental en la orquestación de una respuesta vacunal eficaz en futuras exposiciones.
### Resultados en Humanos y Perspectivas Futuras
Para validar sus hallazgos en humanos, el equipo llevó a cabo un estudio clínico con 30 voluntarios que recibieron la vacuna de ARNm contra la COVID-19 de Pfizer-BioNTech. Diez participantes recibieron la dosis de refuerzo en el mismo brazo que la primera dosis, mientras que otros diez la recibieron en el brazo opuesto. Los resultados mostraron que el grupo que mantuvo la misma localización comenzó a producir anticuerpos neutralizantes durante la primera semana después de recibir la segunda dosis. Estos anticuerpos también demostraron ser más eficaces contra variantes preocupantes como Delta y Ómicron.
Aunque cuatro semanas después ambos grupos presentaban niveles similares de anticuerpos, la protección temprana podría ser decisiva en un escenario de brote epidémico. Mee Ling Munier, otra de las inmunólogas involucradas en el estudio, señaló que, aunque la diferencia en la protección disminuye con el tiempo, esas primeras semanas de protección podrían marcar una enorme diferencia a nivel poblacional durante una pandemia.
Sin embargo, los investigadores advierten que el estudio tuvo una muestra pequeña y que otros estudios han encontrado beneficios al cambiar de brazo para la vacunación. Esto sugiere que se necesita más investigación para comprender completamente el fenómeno. El inmunólogo clínico Tri Phan explicó que si logran comprender cómo replicar o potenciar las interacciones entre las células B de memoria y los macrófagos, podrían diseñar vacunas de nueva generación que requieran menos refuerzos.
La investigación sobre la vacunación y la respuesta inmunitaria sigue siendo un campo en evolución, y los hallazgos recientes abren la puerta a nuevas estrategias que podrían mejorar la eficacia de las vacunas y, en última instancia, la salud pública en general.