El pasado 28 de abril, el Real Casino de Madrid se convirtió en el escenario de un evento crucial para la economía española: el foro ‘Invest in Spain’. Este encuentro, que reunió a 80 inversores extranjeros y a altos funcionarios del Gobierno, tenía como objetivo atraer nuevas inversiones al país. Sin embargo, un inesperado apagón a mitad de la jornada transformó lo que prometía ser una cumbre exitosa en un episodio caótico que dejó a todos los asistentes en la incertidumbre.
La jornada comenzó con la llegada de los invitados, quienes se congregaron en el Patio Central del Casino para disfrutar de un café y establecer contactos antes de la llegada del Rey Felipe VI. A las 10 de la mañana, el monarca dio la bienvenida a los inversores, enfatizando la necesidad de «soluciones negociadas» en medio de la guerra arancelaria que afecta a España. Junto a él, la vicepresidenta tercera del Gobierno, Sara Aagesen, y otros ministros estaban listos para presentar la situación económica del país y las oportunidades de inversión.
### Un Encuentro Prometedor
El foro se desarrolló con normalidad hasta que, alrededor de las 12:45, un apagón generalizado dejó a todos a oscuras. Aunque el Casino contaba con generadores de emergencia, estos no pudieron soportar la demanda, lo que llevó a muchos de los asistentes a utilizar las linternas de sus teléfonos móviles para iluminar el entorno. La situación se tornó caótica, y los rumores sobre la magnitud del apagón comenzaron a circular entre los presentes. Mientras tanto, los ministros y altos funcionarios del Gobierno se vieron obligados a abandonar el evento para atender la crisis desde sus oficinas.
A pesar de la interrupción, algunos directivos decidieron quedarse, pero el ambiente se tornó tenso. La falta de información y la incertidumbre sobre la duración del apagón generaron un clima de preocupación. La secretaria de Estado de Comercio, Amparo López Senovilla, y otros miembros del ICEX intentaron mantener la normalidad, pero la situación se complicó cuando se confirmó que el apagón era generalizado y afectaba a gran parte del país.
### Reacciones y Consecuencias
El apagón no solo interrumpió el foro, sino que también dejó una imagen negativa en el ámbito internacional. Muchos de los inversores presentes comenzaron a cancelar sus compromisos, lo que llevó a que el evento se diera por concluido antes de lo previsto. La falta de ministros y la incapacidad de continuar con las reuniones bilaterales hicieron que el interés por el encuentro disminuyera drásticamente. Un directivo que asistió al evento comentó que «nosotros nos quedamos sin ver a nadie del Gobierno», lo que subrayó la frustración de los participantes.
A pesar de la adversidad, el Gobierno ha tratado de convertir esta situación en una oportunidad. Según fuentes oficiales, el tiempo que se tardó en restablecer la electricidad fue considerado «rápido» y se ha utilizado como un argumento para demostrar la resiliencia del sistema energético español. Sin embargo, la realidad es que el evento dejó una sensación de desorganización y falta de preparación ante una crisis inesperada.
Carlos Cuerpo, ministro de Economía, y Pedro Sánchez, presidente del Gobierno, han discutido la posibilidad de retomar el foro en un futuro cercano, posiblemente antes de julio o en septiembre. Sin embargo, la incertidumbre sobre la estabilidad del suministro eléctrico plantea dudas sobre la viabilidad de un nuevo encuentro. Algunos asistentes sugirieron que el formato del evento debería ser revisado, ya que la mezcla de empresas ya establecidas en España con posibles inversores no parece ser la más efectiva.
El apagón del 28 de abril no solo fue un incidente aislado, sino que también puso de manifiesto la fragilidad de la infraestructura energética en España y la necesidad de mejorar la comunicación y la gestión de crisis en eventos de tal magnitud. A medida que el Gobierno busca atraer inversiones extranjeras, es crucial que se aborden estos problemas para garantizar un entorno favorable para los inversores.
En resumen, el foro ‘Invest in Spain’ se vio marcado por un apagón que interrumpió su desarrollo y dejó a muchos asistentes decepcionados. A pesar de los esfuerzos del Gobierno por minimizar el impacto del incidente, la imagen que se proyectó al exterior fue de desorganización y falta de preparación. La necesidad de repensar el formato del evento y mejorar la infraestructura energética se ha vuelto más evidente que nunca.