La regata del Ascenso del Guadalquivir, un evento emblemático que se celebra anualmente, ha marcado un hito en su historia al incluir por primera vez una embarcación completamente tripulada por deportistas con discapacidad. Este año, el equipo está liderado por Arturo Montes, un regatista sevillano que ha dejado huella en el deporte paralímpico, habiendo competido en los Juegos de Río 2016. La iniciativa no solo busca competir, sino también visibilizar la importancia del deporte adaptado y su capacidad para fomentar la inclusión social.
### La Asociación IN: Un Proyecto de Inclusión
La idea de esta embarcación surge de la Asociación IN, una entidad sin ánimo de lucro que promueve el deporte adaptado en Andalucía. Según Arturo Montes, la asociación fue creada por un grupo de deportistas de diversas disciplinas que deseaban unirse para desarrollar un proyecto conjunto. “Queríamos crear un barco que representara nuestra unión y nuestra pasión por el deporte”, explica Montes. La Asociación IN se dedica a desarrollar proyectos en varias disciplinas, incluyendo vela, tenis, pádel y remo, con el objetivo de utilizar el deporte como una herramienta de inclusión y superación personal.
El equipo que participará en la regata está compuesto por deportistas de élite, cada uno con una trayectoria destacada en sus respectivas disciplinas. Junto a Montes, se encuentran Javier Reja, quien ha competido en piragüismo en los Juegos Paralímpicos de Río y Tokio; Luis Redondo, un esgrimista que participó en Pekín 2008; y Coco Bernal, un campeón mundial en pádel. Esta diversidad de talentos en el equipo no solo enriquece la experiencia, sino que también subraya el mensaje de que el deporte adaptado es accesible y puede ser practicado a alto nivel.
### Un Desafío en el Agua: La Regata del Guadalquivir
La regata se llevará a cabo el 14 de junio, partiendo de Sanlúcar de Barrameda y finalizando en Coria del Río, cubriendo una distancia de 40 millas náuticas, aproximadamente 72 kilómetros. Para garantizar la seguridad y el éxito del equipo, el barco ha sido adaptado a las necesidades específicas de cada tripulante, asignando funciones que se alinean con sus capacidades individuales. Manolo Juliá, un navegante profesional, se unirá a la tripulación para proporcionar apoyo y asegurar que todos estén bien preparados para la travesía.
Arturo Montes ha enfatizado que el objetivo de esta participación no es solo competir, sino también enviar un mensaje de esperanza y motivación a la comunidad. “Queremos demostrar que el trabajo en equipo, la pasión y la preparación pueden romper cualquier barrera”, afirma. La visibilidad del deporte adaptado es crucial, y el equipo espera inspirar a otros a unirse y practicar deportes que, a menudo, son considerados inaccesibles para personas con discapacidad.
La participación de este equipo en la regata del Guadalquivir es un paso significativo hacia la normalización de la presencia de personas con discapacidad en el ámbito deportivo. Montes ha expresado su deseo de que esta acción no solo sea un evento deportivo, sino también un movimiento social que impulse el cambio y la aceptación. “Queremos abrir camino para que muchos más se animen a practicar deporte adaptado”, añade.
El apoyo del Grupo Ybarra, que respalda iniciativas inclusivas lideradas por la Asociación IN, ha sido fundamental para hacer posible este proyecto. La colaboración entre el sector privado y las organizaciones sin ánimo de lucro es esencial para fomentar la inclusión y proporcionar recursos a los deportistas con discapacidad.
La regata del Ascenso del Guadalquivir no solo representa una competencia, sino un símbolo de superación y un llamado a la acción para la sociedad. A medida que el equipo se prepara para zarpar, el mensaje es claro: el deporte es para todos, y cada esfuerzo cuenta en la lucha por la igualdad y la inclusión. La historia de Arturo Montes y su equipo es un recordatorio de que, con determinación y apoyo, se pueden superar las barreras y alcanzar nuevas metas en el deporte y en la vida.