La reciente convocatoria de la Prueba de Acceso a la Universidad (PAU) en la Comunitat Valenciana ha desatado una ola de descontento entre los estudiantes, quienes se sienten frustrados por las calificaciones obtenidas. A pesar de la preparación y confianza que muchos tenían, los resultados no han sido los esperados, lo que ha llevado a varios alumnos a cuestionar la validez de las pruebas y la calidad de la evaluación.
La PAU, que se llevó a cabo los días 3, 4 y 5 de junio, ha sido objeto de críticas por parte de los estudiantes, quienes consideran que las notas no reflejan su verdadero nivel de conocimiento. Iñaki, un estudiante de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería en Burjassot, expresó su indignación al recibir una calificación que no se alineaba con su esfuerzo y preparación. «Pensaba que alcanzaría el 8, pero mi nota bajó dos puntos», comentó, añadiendo que muchos de sus compañeros, incluso aquellos que son hablantes nativos de valenciano, también se sorprendieron por los resultados.
La situación se agrava con el hecho de que el plazo para solicitar revisiones de las calificaciones se extiende hasta el 18 de junio, lo que ha generado un ambiente de incertidumbre entre los estudiantes. Iñaki y sus compañeros están considerando presentar reclamaciones, especialmente después de que su profesora les sugiriera que lo hicieran si lo creían necesario. La sensación general es que las pruebas no reflejan el nivel de preparación que recibieron durante el curso, lo que ha llevado a muchos a sentir que su futuro académico está en juego.
### Polémicas en los Exámenes de Lengua
Uno de los puntos más controvertidos de esta convocatoria ha sido el contenido de los exámenes de Lengua y Literatura, tanto en castellano como en valenciano. En el examen de Lengua Castellana, se incluyó un editorial que generó controversia, ya que abordaba un tema delicado relacionado con la libertad de expresión y la intimidad de las víctimas. Los estudiantes debían analizar el texto y argumentar sobre la idea de que la libertad de expresión debe prevalecer sobre la intimidad, lo que ha suscitado un debate sobre la idoneidad de este tipo de contenidos en una prueba académica.
Por otro lado, el examen de Lengua y Literatura Valenciana también ha sido objeto de críticas. Los estudiantes señalaron que el 90% de la prueba se centraba en temas relacionados con la literatura catalana, dejando solo un pequeño espacio para autores valencianos. Esta falta de representación ha llevado a muchos a cuestionar la relevancia de los contenidos evaluados y si realmente reflejan la diversidad cultural de la Comunitat Valenciana. La mayoría de las preguntas estaban relacionadas con la obra de la autora catalana Mercè Rodoreda, lo que ha generado un sentimiento de descontento entre los estudiantes que esperaban ver más énfasis en la literatura local.
### Impacto en el Futuro Académico de los Estudiantes
La PAU es un momento crucial para los estudiantes, ya que sus resultados determinan su acceso a la educación superior. En este contexto, la presión es alta y las expectativas son aún mayores. Con 6.665 estudiantes presentándose en la Universitat de València y miles más en otras universidades de la región, la competencia es feroz. Sin embargo, la incertidumbre generada por las calificaciones ha llevado a muchos a replantearse su futuro académico.
La situación se complica aún más con la introducción de tres convocatorias de exámenes este año, en lugar de las habituales dos. Esto se debe a la reciente dana que afectó a la región, permitiendo a los estudiantes afectados tener más oportunidades para demostrar su capacidad. La primera convocatoria se realizó en junio, mientras que las extraordinarias están programadas para julio, lo que ofrece un respiro a aquellos que no lograron los resultados deseados en la primera ronda.
La PAU 2025 ha dejado al descubierto no solo las deficiencias en la evaluación académica, sino también la necesidad de un diálogo más abierto entre estudiantes, educadores y autoridades educativas. La voz de los jóvenes es crucial en este proceso, ya que son ellos quienes experimentan de primera mano las consecuencias de un sistema que, en ocasiones, parece no reflejar su esfuerzo y dedicación. A medida que se acerca la fecha de publicación de las notas definitivas, la comunidad educativa observa con atención cómo se desarrollan estos acontecimientos y qué cambios podrían surgir de esta situación.