El Real Oviedo ha logrado un hito significativo al asegurar su regreso a la Primera División del fútbol español, después de 24 años de espera. Este emocionante ascenso se concretó tras un intenso partido contra el CD Mirandés, donde la perseverancia y el talento de los jugadores fueron clave para superar un encuentro lleno de emociones y desafíos. La final del playoff de ascenso, disputada en el estadio Carlos Tartiere, fue un espectáculo que mantuvo a los aficionados al borde de sus asientos hasta el último minuto.
### Un Partido de Altibajos y Estrategias
Desde el inicio del encuentro, el Real Oviedo mostró su intención de dominar el juego, aunque el Mirandés sorprendió con un gol temprano. En el minuto 16, Panichelli aprovechó una oportunidad tras un centro preciso de Iker Benito, poniendo el marcador 0-1 y silenciando a los aficionados locales. A pesar de este revés, el Oviedo no se desanimó y continuó buscando el empate. La estrategia del entrenador Paunovic, que optó por un sistema 4-2-3-1, permitió al equipo mantener la posesión del balón, aunque las ocasiones claras de gol eran escasas.
El momento clave llegó en el minuto 39, cuando el árbitro pitó un penalti a favor del Oviedo tras una mano en el área del Mirandés. Santi Cazorla, con su experiencia y temple, se encargó de ejecutar la pena máxima, logrando el 1-1 y devolviendo la esperanza a los aficionados del Oviedo. Este gol no solo igualó el marcador, sino que también revitalizó al equipo, que se fue al descanso con una nueva energía.
En la segunda mitad, el Oviedo continuó buscando la victoria, y en el minuto 52, Ilyas Chaira marcó el 2-1 tras una jugada colectiva que mostró la calidad del equipo. Sin embargo, este gol no desanimó al Mirandés, que respondió con un juego más ofensivo, creando varias ocasiones de peligro. A medida que avanzaba el partido, ambos equipos luchaban por el control, y el Mirandés tuvo una oportunidad clara de empatar, pero el portero Aarón Escandell realizó una gran intervención.
### La Prórroga y el Gol de la Victoria
Con el tiempo reglamentario agotado y el marcador empatado en 2-2, el partido se fue a la prórroga. La tensión era palpable en el estadio, y los jugadores sabían que cada minuto contaba. El Mirandés comenzó la prórroga con gran intensidad, pero el Oviedo se defendió con solidez. En un momento crucial, a solo dos minutos del final del primer tiempo de la prórroga, Portillo, quien había entrado como sustituto, se convirtió en el héroe del encuentro al marcar un gol espectacular que puso el 3-1 en el marcador. Este tanto fue un golpe devastador para el Mirandés, que se vio obligado a buscar un milagro para revertir la situación.
En la segunda parte de la prórroga, el Oviedo mostró su capacidad defensiva y mantuvo la ventaja, incluso tuvo oportunidades para aumentar la diferencia. La tensión aumentó cuando el árbitro mostró tarjetas rojas a Costas y Egiluz, pero el Oviedo logró mantener la calma y controlar el juego hasta el pitido final. La victoria desató la locura en el Carlos Tartiere, donde los aficionados celebraron el regreso de su equipo a la máxima categoría del fútbol español.
Este ascenso no solo representa un logro deportivo, sino también un símbolo de esperanza y perseverancia para un club que ha enfrentado numerosos desafíos a lo largo de los años. La afición del Real Oviedo ha estado al lado del equipo en los momentos difíciles, y este triunfo es un testimonio del compromiso y la pasión que caracteriza a este club.
El Real Oviedo, con su rica historia y una base de aficionados leales, ahora se prepara para enfrentar nuevos retos en la Primera División. La temporada que se avecina promete ser emocionante, y los seguidores del equipo están ansiosos por ver cómo se desempeñará su equipo en la élite del fútbol español. Con jugadores como Santi Cazorla y Portillo, el Oviedo tiene el potencial para hacer una gran impresión en la próxima temporada, y los aficionados esperan que este sea solo el comienzo de una nueva era de éxito para el club.