En Estados Unidos, más de 100,000 personas están en espera de un trasplante de órgano, y cada día, aproximadamente 20 mueren mientras esperan un órgano compatible. Esta alarmante situación ha llevado a la búsqueda de alternativas, como los xenotrasplantes, que utilizan órganos de animales modificados genéticamente para reemplazar órganos humanos dañados. Sin embargo, garantizar la seguridad y eficacia de estos procedimientos ha sido un desafío.
Recientemente, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de EE. UU. aprobó el primer ensayo clínico de seguridad que involucra hígados de cerdo genéticamente modificados en humanos. Este ensayo será llevado a cabo por las empresas eGenesis y OrganOx, en colaboración con la Universidad de Oxford. Se enfocará en pacientes con insuficiencia hepática aguda que no son aptos para recibir un trasplante humano, permitiendo que hasta 20 pacientes sean conectados temporalmente a hígados de cerdo modificados.
El ensayo tiene como objetivo evaluar la seguridad de estos órganos en un entorno clínico. Los participantes serán conectados a un hígado de cerdo durante un período de 72 horas, durante el cual se espera que el órgano filtre la sangre y elimine los desechos tóxicos acumulados debido a la falla hepática. Este enfoque innovador busca no solo mantener a los pacientes vivos, sino también evaluar la interacción del órgano porcino con el sistema inmune humano, un aspecto crucial para evitar reacciones adversas.
Los xenotrasplantes han sido objeto de estudio desde la década de 1960, inicialmente con órganos de chimpancés y babuinos. Sin embargo, los cerdos se han convertido en el foco principal debido a su tamaño y características fisiológicas similares a las de los humanos. La ingeniería genética ha permitido modificar los genes de los cerdos, haciéndolos más compatibles con el sistema inmune humano, lo que abre nuevas posibilidades para el uso de sus órganos en trasplantes.
El médico Manuel Barbero, especialista en hepatología y trasplante hepático, ha señalado que los xenotrasplantes de hígado podrían ser una estrategia viable en el futuro para abordar la escasez de donantes. Aunque existen riesgos asociados, como la transmisión de enfermedades, las modificaciones genéticas buscan mitigar estos problemas.
El ensayo clínico en EE. UU. se llevará a cabo en unidades de cuidados intensivos, donde los pacientes que no pueden recibir un trasplante humano serán conectados a un hígado de cerdo. Este procedimiento permitirá que el hígado porcino actúe como un injerto puente, manteniendo a los pacientes vivos hasta que sus órganos puedan recuperar alguna función o recibir un trasplante definitivo.
Un estudio previo en China también exploró la viabilidad de los hígados de cerdo en humanos. En este caso, se realizó un trasplante en un paciente en muerte cerebral, donde el hígado porcino funcionó correctamente durante 10 días sin signos de rechazo inmediato. Estos resultados iniciales son prometedores y sugieren que los hígados de cerdo podrían ser una opción viable para salvar vidas en el futuro.
A medida que avanza la investigación en xenotrasplantes, se espera que estos ensayos clínicos proporcionen información valiosa sobre la seguridad y eficacia de los órganos porcinos en humanos. Aunque se necesita más investigación, estos esfuerzos podrían revolucionar el campo de los trasplantes y ofrecer nuevas oportunidades para aquellos que enfrentan la escasez de órganos.