La llegada del otoño y las lluvias torrenciales representan un desafío significativo para los animales callejeros, especialmente perros y gatos que no cuentan con un refugio adecuado. Estos animales se ven expuestos a condiciones climáticas adversas que pueden afectar su salud y bienestar. La veterinaria Lucía Santo Tomás, colaboradora de Natura Diet, destaca la importancia de tomar medidas preventivas para proteger a estos animales vulnerables.
**Refugios Seguros y Mantenimiento**
Para garantizar la seguridad de los animales en la calle, es fundamental proporcionarles un refugio adecuado. Santo Tomás sugiere que, si no es posible alojar a un animal en el interior de una vivienda, el refugio exterior debe ser impermeable, elevado y protegido del viento. La humedad puede agravar el frío y provocar hipotermia, por lo que es esencial evitar materiales que se deterioren fácilmente, como la madera o las lonas. Además, es recomendable revisar estos refugios cada dos o tres días para asegurar que se mantengan limpios y secos.
La veterinaria también enfatiza la importancia de la limpieza, ya que un refugio sucio puede convertirse en un terreno fértil para bacterias. Aprovechar los días soleados para desinfectar y secar cada rincón del refugio es una buena práctica.
**Nutrición y Salud**
El cambio de clima implica un aumento del gasto energético en los animales, lo que significa que necesitan más calorías para mantener su temperatura corporal. Una dieta equilibrada y nutritiva es crucial para ayudar a los animales a mantener su pelaje y su sistema inmunológico en buen estado. Santo Tomás advierte sobre el riesgo de dejar comida húmeda al aire libre, ya que puede contaminarse rápidamente con microorganismos si no se retira a tiempo. Por lo tanto, los comederos y bebederos deben mantenerse limpios y, si es posible, protegidos bajo techo. El agua debe renovarse diariamente para asegurar que los animales tengan acceso a agua fresca.
**Detección Temprana de Problemas de Salud**
Las condiciones húmedas y frías favorecen la aparición de afecciones respiratorias y dermatológicas en los animales. La veterinaria destaca que tos, estornudos, apatía o secreciones son señales de alarma que no deben pasarse por alto. También es importante revisar la piel y el pelaje de los animales, ya que mantenerlos secos y cepillados mejora la circulación y la salud cutánea.
En caso de lesiones, es recomendable actuar con cautela. Si la herida es superficial, se puede limpiar con agua y jabón y aplicar clorhexidina. Sin embargo, si hay inflamación, secreción o mal olor, es crucial que un profesional la revise, ya que podría haber una infección.
**Control de Parásitos**
Los parásitos también encuentran su oportunidad en ambientes húmedos. Pulgas, garrapatas y mosquitos proliferan fácilmente en estas condiciones. Por lo tanto, es esencial mantener un control veterinario regular y aplicar tratamientos antiparasitarios adecuados a cada caso.
Santo Tomás también hace un llamado a la colaboración ciudadana. Si se observan animales en riesgo, es mejor avisar a los servicios municipales o a una protectora local. No se debe medicar ni improvisar cuidados sin asesoramiento profesional. Ofrecer un espacio tranquilo, con alimento, calor y agua, y recurrir a las protectoras para acompañar el proceso de acogida o adopción posterior es fundamental para el bienestar de estos animales.
**La Importancia de la Conciencia Social**
La protección de los animales callejeros no solo es responsabilidad de las organizaciones de bienestar animal, sino que también requiere la participación activa de la comunidad. La sensibilización sobre la situación de estos animales es crucial para fomentar la adopción y el cuidado responsable. Las campañas de concienciación pueden ayudar a educar a la población sobre la importancia de cuidar a los animales en situaciones vulnerables, especialmente durante los meses más fríos y lluviosos.
Las asociaciones protectoras de animales juegan un papel vital en este proceso, ofreciendo recursos y apoyo a quienes deseen ayudar. La colaboración entre ciudadanos, veterinarios y organizaciones puede marcar una gran diferencia en la vida de estos animales.
**Conclusión**
El bienestar de los animales callejeros durante el otoño y el invierno depende de la acción colectiva y la responsabilidad individual. Proteger a estos animales implica proporcionar refugios seguros, una alimentación adecuada y atención veterinaria regular. La comunidad debe unirse para garantizar que estos seres vivos tengan la oportunidad de sobrevivir y prosperar, incluso en las condiciones más adversas. La empatía y la acción son esenciales para crear un entorno más seguro y saludable para todos los animales.