El acceso a la vivienda se ha convertido en uno de los principales problemas que enfrenta la sociedad española, según el último barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS). Este fenómeno no solo afecta a los ciudadanos, sino que también representa un desafío significativo para la economía del país, como se detalla en el Informe Anual 2024 del Banco de España. La escasez de oferta, el aumento de precios y la creciente demanda han creado un entorno complicado que requiere atención urgente.
### La Escasez de Vivienda y el Aumento de Precios
Los datos del Banco de España indican que las dificultades para acceder a la vivienda han aumentado en los últimos años, afectando especialmente a ciertos colectivos y regiones. La oferta de vivienda se ha vuelto cada vez más limitada, mientras que la demanda sigue siendo robusta, impulsada por factores como el crecimiento demográfico, la llegada de no residentes y un contexto macroeconómico favorable. En 2024, la población residente en España creció un 0,9%, gracias a la llegada de nuevos residentes extranjeros, lo que ha incrementado la presión sobre el mercado inmobiliario.
El informe destaca que la compra de viviendas por parte de no residentes representó el 8,4% del total de operaciones en 2024, lo que ha llevado a que más de medio millón de viviendas en el país sean propiedad de extranjeros no residentes. En áreas turísticas como Alicante y Málaga, esta cifra se eleva significativamente, alcanzando el 11% y el 8,5%, respectivamente. Además, el alquiler turístico ha añadido una presión adicional sobre la demanda, contribuyendo a la escalada de precios en las grandes ciudades y zonas turísticas.
El crecimiento del empleo y el aumento de la renta bruta disponible han sido factores que han impulsado la demanda de vivienda. En 2024, el empleo creció un 2,2% y la renta bruta disponible por persona aumentó un 3,5%. Sin embargo, a pesar de estas mejoras, el informe advierte que la escasez de mano de obra cualificada en el sector de la construcción podría limitar el aumento de la actividad inmobiliaria, lo que a su vez podría agravar la crisis de vivienda.
### Desigualdad en el Acceso a la Vivienda
Uno de los grupos más afectados por la crisis de vivienda son los jóvenes. A pesar de que los salarios medios reales de los jóvenes han aumentado, el crecimiento de los precios de la vivienda ha superado este aumento, dificultando su acceso a la propiedad. Según el Banco de España, los jóvenes de hasta 30 años enfrentan una tasa de empleo del 43,2%, con altas tasas de desempleo y parcialidad. Esto ha llevado a un retraso en la emancipación de los jóvenes y a una disminución en la proporción de compradores de vivienda en este grupo de edad, que ha caído del 24,5% en 2007 al 10,4% en 2024.
La situación se complica aún más por la necesidad de reunir un capital inicial para la compra de una vivienda. En Madrid, por ejemplo, se estima que los jóvenes necesitan hasta 25 años para reunir la entrada necesaria para adquirir una vivienda, lo que es un claro indicador de la dificultad que enfrentan. Esta realidad ha llevado a muchos a optar por el alquiler, que también ha visto un aumento significativo en los precios, con proyecciones que indican un incremento del 10% en términos nominales para 2024.
Para abordar estos problemas, el Banco de España ha propuesto varias medidas de política económica. Estas incluyen la creación de un marco regulatorio que garantice la seguridad jurídica en el mercado de la vivienda, así como fomentar la colaboración público-privada para aumentar la oferta de alquiler residencial a precios asequibles. También se sugiere reducir las fricciones administrativas en la producción de suelo y la construcción de viviendas, así como diseñar programas de aseguramiento público para los arrendadores.
La construcción de viviendas protegidas ha aumentado, aunque desde niveles muy bajos. En 2024, se promovieron 14,500 viviendas protegidas, un incremento que aún está lejos de satisfacer la demanda existente. La falta de suelo urbano disponible ha sido un obstáculo significativo para el desarrollo de nuevas viviendas, lo que ha llevado a una situación en la que la oferta no puede satisfacer la creciente demanda.
En resumen, el mercado inmobiliario en España enfrenta desafíos significativos que requieren una atención urgente y medidas efectivas para garantizar que todos los ciudadanos tengan acceso a una vivienda adecuada. La combinación de una oferta limitada, precios en aumento y desigualdades en el acceso a la vivienda plantea un panorama complejo que necesita ser abordado de manera integral.