El verano, una estación asociada a la alegría y el descanso, se convierte en un periodo crítico para las mujeres que sufren violencia de género. Según datos del Ministerio de Igualdad, los meses de junio, julio y agosto concentran un alarmante 30% de los crímenes machistas. Este fenómeno se ve exacerbado por el aumento del tiempo que las víctimas pasan con sus agresores durante las vacaciones y la reducción de recursos disponibles para buscar ayuda. En junio de 2025, se registraron nueve asesinatos de mujeres, y en julio, dos más, elevando el total de feminicidios a 23 en lo que va del año. De estos, un notable 30% corresponde a mujeres mayores de 60 años, un grupo etario que enfrenta desafíos únicos en la identificación y denuncia de la violencia que sufren.
La violencia de género en mujeres mayores es un tema que ha permanecido en la sombra, invisibilizado por la sociedad y las instituciones. La mayoría de las víctimas no solo sufren violencia física, sino también psicológica y económica, sin llegar a identificar su situación como maltrato. La antropóloga feminista Mónica Ramos señala que muchas de estas mujeres han normalizado el abuso, lo que dificulta su reconocimiento como víctimas. Este fenómeno se agrava por la falta de recursos digitales y el desconocimiento de las redes de asistencia, lo que limita su capacidad para buscar ayuda.
### La Realidad de las Mujeres Mayores y la Violencia de Género
Los datos son preocupantes. En 2024, de los 48 feminicidios registrados, ocho correspondieron a mujeres mayores de 60 años, lo que representa un 16,7%. Sin embargo, en 2025, este porcentaje ha aumentado, con cinco de las 23 víctimas mortales en lo que va del año perteneciendo a este grupo etario. La situación es aún más alarmante si se considera que, según la Macroencuesta de Violencia contra la Mujer de 2019, las mujeres mayores presentan tasas de violencia más altas que las de sus contrapartes más jóvenes. A pesar de esto, solo el 54% de las mujeres de 65 años o más ha compartido su experiencia de violencia con su entorno, en comparación con el 81% de las mujeres de entre 16 y 64 años.
La falta de denuncia entre las mujeres mayores se debe a múltiples factores. Muchas de ellas temen perder vínculos familiares o su estabilidad económica, lo que las lleva a permanecer en relaciones abusivas. Además, las creencias culturales y religiosas, así como los estereotipos de género, actúan como barreras que dificultan la búsqueda de ayuda. En el sistema policial VioGén, las víctimas mayores de 65 años representan solo el 2% del total de casos registrados, a pesar de que más de uno de cada diez feminicidios involucra a mujeres de este grupo de edad.
### La Necesidad de una Respuesta Efectiva
La respuesta institucional a la violencia de género en mujeres mayores es insuficiente, según expertos. La falta de campañas de sensibilización dirigidas a este grupo etario limita su capacidad para identificar y denunciar el maltrato. Mónica Ramos enfatiza la importancia de escuchar a estas mujeres y comprender sus necesidades. Es crucial que las administraciones implementen programas que no solo reconozcan la violencia que sufren, sino que también ofrezcan recursos y acompañamiento para que puedan tomar decisiones seguras sobre su situación.
La violencia de género en mujeres mayores es un fenómeno que requiere atención urgente. La invisibilidad de estas víctimas no solo perpetúa el ciclo de abuso, sino que también pone en riesgo sus vidas. Es fundamental que la sociedad y las instituciones trabajen juntas para crear un entorno donde estas mujeres se sientan seguras y apoyadas en la búsqueda de ayuda. La implementación de campañas de sensibilización y la creación de recursos accesibles son pasos necesarios para abordar esta problemática de manera efectiva. Solo así se podrá romper el silencio que rodea a la violencia de género en mujeres mayores y garantizar que reciban la atención y el apoyo que merecen.