La reciente decisión del Congreso de los Diputados de España de prohibir el uso del término «mena» ha desatado un intenso debate sobre el lenguaje y su impacto en la percepción social de los colectivos vulnerables. Este acrónimo, que significa «menor no acompañado», ha sido objeto de controversia debido a su uso en el discurso político y mediático, donde muchos argumentan que contribuye a la estigmatización de los menores inmigrantes. La propuesta, impulsada por el partido Sumar y respaldada por el PSOE, busca evitar el uso de este término en todos los ámbitos parlamentarios, tanto en intervenciones orales como escritas.
La Real Academia Española (RAE) define «mena» como «inmigrante menor de edad que no cuenta con la atención de ninguna persona que se responsabilice de él», lo que refleja su carácter técnico. Sin embargo, la percepción pública ha evolucionado, y muchos consideran que su uso puede ser despectivo. La decisión del Congreso se enmarca en un contexto más amplio de sensibilización hacia el lenguaje inclusivo y la necesidad de evitar términos que puedan perpetuar estigmas.
### La Propuesta y su Aprobación
La propuesta para erradicar el término «mena» fue presentada en la Mesa del Congreso y recibió el apoyo de varios grupos parlamentarios. El texto aprobado no solo se limita a las intervenciones en el hemiciclo, sino que se extiende a todos los órganos y comisiones del Congreso. Esto implica que, a partir de ahora, cada vez que se mencione la palabra «mena», el presidente de la comisión correspondiente deberá decidir cómo proceder, siguiendo las instrucciones del letrado mayor de la Cámara.
Este cambio en la normativa refleja un esfuerzo por parte de los legisladores para adaptar el lenguaje a una realidad social en constante evolución. La intención es que el lenguaje utilizado en el ámbito político no contribuya a la marginalización de ciertos grupos, especialmente aquellos que ya enfrentan múltiples desafíos debido a su situación de vulnerabilidad.
### Reacciones y Controversias
La decisión ha generado reacciones diversas en el ámbito político y social. Por un lado, los defensores de la medida argumentan que es un paso necesario hacia la inclusión y el respeto por la dignidad de todos los individuos, independientemente de su origen o situación. Por otro lado, hay quienes critican esta prohibición como un intento de censura que podría limitar la libertad de expresión.
El término «mena» ha sido utilizado en debates sobre inmigración, especialmente en el contexto de la saturación de los centros de acogida en Canarias. En estos debates, la izquierda ha preferido utilizar términos más neutros como «niños y niñas», argumentando que el término «mena» tiene connotaciones negativas que pueden influir en la percepción pública de estos menores. Sin embargo, la RAE no considera que el término sea peyorativo, lo que añade una capa de complejidad al debate.
Este no es el primer enfrentamiento parlamentario relacionado con el término. En ocasiones anteriores, se han producido tensiones entre diferentes grupos políticos sobre su uso. Por ejemplo, en una reciente comisión, un diputado de Vox fue criticado por utilizar el término en un contexto que algunos consideraron racista y despectivo. La presidenta de la comisión no accedió a retirar el término, lo que provocó una ovación de los miembros de la izquierda que apoyaban la protesta.
### El Contexto de la Prohibición
La decisión del Congreso se produce en un momento en que el lenguaje inclusivo y la sensibilidad hacia la terminología utilizada en el ámbito político están en el centro del debate público. La creciente conciencia sobre la importancia del lenguaje en la construcción de la realidad social ha llevado a muchos a cuestionar términos que, aunque técnicamente correctos, pueden tener implicaciones negativas en la percepción de ciertos grupos.
El uso de términos que pueden ser considerados estigmatizantes no solo afecta a los individuos directamente involucrados, sino que también influye en la opinión pública y en las políticas que se implementan en torno a estos temas. Por lo tanto, la decisión de prohibir el término «mena» puede ser vista como un intento de cambiar la narrativa en torno a la inmigración y los menores no acompañados, promoviendo un enfoque más humano y comprensivo.
### Implicaciones Futuras
La prohibición del término «mena» en el Congreso podría tener repercusiones más amplias en la sociedad española. A medida que el lenguaje evoluciona, es probable que otras instituciones y organizaciones sigan el ejemplo del Congreso y reconsideren el uso de términos que puedan ser considerados ofensivos o despectivos. Esto podría llevar a un cambio en la forma en que se discuten temas relacionados con la inmigración y la protección de menores, fomentando un enfoque más inclusivo y respetuoso.
Además, la decisión podría inspirar a otros países a reevaluar su uso del lenguaje en contextos similares, promoviendo un cambio global hacia una comunicación más consciente y responsable. La forma en que se habla de los grupos vulnerables puede tener un impacto significativo en su integración y bienestar, y es fundamental que el lenguaje utilizado en el ámbito político refleje un compromiso con la dignidad y el respeto por todos los individuos.
En resumen, la prohibición del término «mena» en el Congreso de España es un paso significativo hacia la inclusión y el respeto por la diversidad. A medida que la sociedad avanza, es esencial que el lenguaje utilizado en la política evolucione para reflejar una comprensión más profunda de las realidades que enfrentan los grupos vulnerables. La decisión del Congreso no solo tiene implicaciones para el lenguaje político, sino que también puede influir en la forma en que se perciben y tratan los temas de inmigración y protección de menores en el futuro.