En los últimos días, el caso de Santos Cerdán ha captado la atención de la opinión pública en España. Este exnúmero tres del PSOE se encuentra actualmente en prisión, y las investigaciones en su contra han revelado una serie de irregularidades relacionadas con su participación en la cooperativa Noran. A través de correos electrónicos y conversaciones interceptadas, se ha destapado un entramado que pone en entredicho la transparencia y la ética en la gestión de esta cooperativa.
La Unidad Central Operativa de la Guardia Civil (UCO) ha sido clave en la investigación, logrando identificar a Cerdán a través de un correo electrónico que utilizaba el pseudónimo ‘El Pequeño’. Este alias fue utilizado en sus comunicaciones con Antxon Alonso y Koldo García, dos figuras vinculadas a la cooperativa y a la constructora Servinabar. Las pruebas apuntan a que Cerdán no solo era un socio más, sino que tenía un papel activo en la toma de decisiones y en la gestión de los fondos de Noran.
### La Identidad Oculta de Cerdán
Uno de los aspectos más intrigantes de este caso es cómo Cerdán intentó ocultar su identidad y su influencia dentro de la cooperativa. A pesar de que utilizaba un pseudónimo, las investigaciones han demostrado que su participación era mucho más significativa de lo que inicialmente se pensaba. Un correo enviado por Antxon Alonso, donde se menciona a Cerdán directamente, fue crucial para que la UCO pudiera establecer la conexión entre él y la cooperativa.
El exsecretario de Organización del PSOE se encuentra en prisión desde el 30 de junio, y las pruebas recopiladas por la UCO sugieren que Cerdán utilizó a Koldo García como un ‘hombre de paja’ para ocultar su implicación en Noran. Esto plantea serias preguntas sobre la ética y la legalidad de las prácticas dentro de la cooperativa, así como sobre la responsabilidad de los líderes políticos en la gestión de sus relaciones comerciales.
Las grabaciones interceptadas revelan que Koldo García y su esposa, Patricia Úriz, se referían a Cerdán como ‘El Pequeño’, lo que demuestra que su identidad no era completamente desconocida para aquellos que trabajaban con él. Además, Cerdán no solo gestionaba la documentación de la cooperativa, sino que también estaba involucrado en la toma de decisiones financieras, lo que refuerza la idea de que su papel era mucho más que el de un simple socio.
### Irregularidades Financieras y la Búsqueda de Fondos
Uno de los puntos más críticos de la investigación es el manejo de los fondos dentro de la cooperativa Noran. Según los informes, se han perdido rastros de una suma significativa de dinero que debería haber sido contabilizada. En concreto, se desconoce el destino de 369.000 euros que Noran recibió de Servinabar, lo que plantea serias dudas sobre la transparencia financiera de la cooperativa.
Los investigadores han descubierto que Servinabar declaró haber pagado 729.000 euros a Noran, pero solo se han localizado transferencias por un total de 360.165 euros. Esta discrepancia es alarmante y sugiere que podría haber un uso indebido de los fondos, posiblemente canalizados a través de testaferros o familiares de Cerdán. La UCO está trabajando para rastrear estos pagos y determinar si hubo alguna intención de ocultar la verdadera naturaleza de las transacciones.
Además, Koldo García ha admitido en grabaciones que los pagos a Cerdán se realizaban en efectivo, lo que añade otra capa de complejidad a la investigación. La utilización de billetes de 500 euros para realizar pagos es un indicativo de que se estaban llevando a cabo prácticas poco ortodoxas, que podrían estar relacionadas con la evasión fiscal o el blanqueo de capitales.
La situación se complica aún más con la participación de otros miembros de la familia de Cerdán en la cooperativa, lo que sugiere que el entramado podría ser más amplio de lo que se pensaba inicialmente. La UCO está investigando a Belén Cerdán, hermana de Santos, quien también estuvo involucrada en Noran, lo que podría abrir nuevas líneas de investigación sobre la gestión de la cooperativa y sus vínculos con la política local.
El caso de Santos Cerdán es un recordatorio de la necesidad de una mayor transparencia y rendición de cuentas en las cooperativas y organizaciones políticas. A medida que avanza la investigación, se espera que surjan más detalles que podrían tener implicaciones significativas para el PSOE y la política española en general.