El próximo 29 de octubre se conmemora el primer aniversario de la devastadora DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos) que afectó a Valencia, dejando un saldo trágico de 237 víctimas mortales, de las cuales 229 fueron en esta comunidad autónoma. En este contexto, el Museo Príncipe Felipe, ubicado en la Ciudad de las Artes y las Ciencias, se convertirá en el escenario del funeral de Estado en homenaje a los fallecidos. Este evento no solo es un momento de recuerdo y duelo, sino que también se presenta como un punto de tensión política y social en la región.
La ceremonia contará con la presencia del Rey, quien presidirá el evento, así como de las principales autoridades del Estado y, por supuesto, de los familiares de las víctimas. Sin embargo, la asistencia del presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, ha suscitado controversia. Las familias de los afectados han expresado su descontento y han solicitado que Mazón no asista, argumentando que su gestión durante la crisis fue deficiente y que su presencia podría ser vista como un intento de acercamiento que no es bien recibido por quienes sufrieron la tragedia. Christian Lasaec, presidente de la Asociación de Damnificados por la DANA Horta Sud, ha manifestado la preocupación de las familias, quienes no saben cómo reaccionarán al ver al presidente en un evento tan sensible.
La tensión no solo se limita al funeral, sino que también se manifiesta en las calles de Valencia. Se ha convocado una marcha para el mismo día del evento, donde se espera que miles de personas se manifiesten exigiendo la dimisión de Mazón. Esta movilización, que será la duodécima desde que ocurrió la catástrofe, está organizada por diversas entidades sociales, sindicales y asociaciones de víctimas, y se espera que atraiga una gran cantidad de participantes. La marcha comenzará en la plaza de San Agustín y finalizará frente a la Generalitat, simbolizando la lucha de las víctimas por justicia y reconocimiento.
### La Tensión Política en el Contexto de la DANA
La situación política en Valencia se ha vuelto cada vez más tensa desde que ocurrió la DANA. Las relaciones entre el Gobierno central y la Generalitat se han deteriorado, con acusaciones mutuas sobre la gestión de la crisis y la distribución de ayudas. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y Mazón han intercambiado reproches, lo que ha llevado a un clima de confrontación que se intensifica a medida que se acerca el aniversario de la tragedia.
El Gobierno ha anunciado que está preparando un nuevo decreto para reforzar las ayudas a las víctimas de la DANA, pero desde la Generalitat se acusa al Ejecutivo central de inflar las cifras y de no proporcionar ayudas reales. La vicepresidenta primera de la Generalitat, Susana Camarero, ha afirmado que más del 80% de los 6.612 millones de euros anunciados como ayudas no son efectivos, lo que ha generado un clima de desconfianza entre las autoridades locales y el Gobierno central.
Además, la situación judicial en torno a la DANA también está en el punto de mira. La jueza de Catarroja, que investiga la gestión de la crisis, ha comenzado a interrogar a testigos clave, incluyendo a la exconsejera de emergencias, Salomé Pradas. La atención se centra en lo que hizo Mazón el día de la DANA, especialmente durante las horas críticas en las que se recibieron las primeras llamadas de emergencia. La falta de respuestas claras sobre su paradero y acciones en esos momentos ha alimentado la desconfianza y la indignación entre las familias de las víctimas.
### La Presencia de Líderes Políticos en el Funeral
El funeral de Estado no solo será un momento de homenaje a las víctimas, sino que también se convertirá en un escenario político significativo. La asistencia de figuras como Alberto Núñez Feijóo, presidente del Partido Popular, añade otra capa de complejidad a la situación. Feijóo ha confirmado su intención de asistir al evento, lo que podría interpretarse como un intento de mostrar apoyo a las víctimas y a la gestión de Mazón, a pesar de las críticas que ha recibido.
Desde el PP, se ha señalado que la invitación al funeral no fue formulada por el Gobierno central, sino que se gestionó a través del Congreso, lo que ha generado más tensiones. La imagen de Feijóo junto a Mazón podría ser un intento de consolidar su apoyo en la región, especialmente en un momento en que la oposición está buscando capitalizar el descontento popular.
La presencia de líderes políticos en un evento tan emotivo y cargado de simbolismo como el funeral de Estado plantea preguntas sobre el respeto y la sensibilidad que deben tener en un contexto de duelo. Las familias de las víctimas esperan que los políticos mantengan un perfil bajo y que el enfoque principal sea el homenaje a quienes perdieron la vida en la tragedia.
En resumen, el primer aniversario de la DANA en Valencia no solo es un momento para recordar a las víctimas, sino que también se convierte en un punto focal de tensiones políticas y sociales. La gestión de la crisis, las ayudas prometidas y la respuesta de las autoridades siguen siendo temas candentes que afectan a la comunidad. A medida que se acerca la fecha del funeral, la atención se centrará en cómo se desarrollará el evento y en las reacciones de las familias y de la sociedad en general ante la presencia de los líderes políticos en un momento tan delicado.
 
									 
					 
