El sector turístico en España, uno de los pilares fundamentales de la economía nacional, se enfrenta a un panorama incierto. A medida que se avanza hacia 2026 y 2027, las proyecciones indican una desaceleración significativa en el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) del país, con un impacto directo en la industria turística. Según Oxford Economics, se espera que el crecimiento del PIB se limite a un 2% en los próximos dos años, lo que representa una reducción de 0,5 puntos porcentuales atribuibles a la disminución de la actividad turística. Este artículo explora los factores que están influyendo en esta tendencia y las posibles repercusiones para el futuro del turismo en España.
La importancia del turismo en la economía española no puede subestimarse. En 2019, antes de la pandemia, el sector representaba el 14,8% de la producción y el 13,9% del empleo nacional. En 2023, estas cifras aumentaron a un 15,5% de la producción y un 16,2% del valor añadido bruto (VAB). Sin embargo, a pesar de estos números alentadores, el sector ha comenzado a mostrar signos de fatiga. La Cámara de España ha señalado que el turismo ha contribuido con casi un punto porcentual al crecimiento del PIB entre 2023 y 2025, pero las proyecciones futuras no son tan optimistas.
### Desaceleración del Crecimiento Turístico
La desaceleración del turismo se ha vuelto evidente en los últimos meses. Exceltur, una de las principales asociaciones del sector, ha revisado a la baja sus previsiones de crecimiento del PIB turístico para 2025, pasando de un 3,3% a un 2,8%. Este ajuste se debe a la moderación en los ritmos de crecimiento esperados por los empresarios, quienes han notado un verano menos dinámico de lo previsto. La actividad turística, que había sido un motor de crecimiento durante los últimos años, está comenzando a perder impulso.
Entre enero y agosto de 2025, España recibió 66,8 millones de turistas, un 3,9% más que en el mismo periodo del año anterior. Sin embargo, el crecimiento en el gasto turístico ha mostrado signos de desaceleración, con un aumento del 7,1% en comparación con el año anterior, en contraste con el 17,44% registrado en 2024. Este cambio en la tendencia sugiere que el sector podría estar alcanzando sus límites de capacidad, lo que podría llevar a una mayor masificación y a un deterioro en la calidad de la experiencia turística.
La creación de empleo en el sector turístico también ha comenzado a mostrar signos de agotamiento. En septiembre, la afiliación en las ramas turísticas creció un 2,1%, en comparación con el 2,7% del resto de la economía. Esta es la primera vez desde la pandemia que el crecimiento del empleo en el sector turístico se queda atrás respecto a otros sectores, lo que indica que el dinamismo del mercado laboral turístico está disminuyendo.
### Perspectivas Futuras y Estrategias de Adaptación
A pesar de los desafíos actuales, algunos economistas mantienen una visión optimista sobre el futuro del turismo en España. Desde CaixaBank Research, se sostiene que el sector se está normalizando en niveles sólidos, con previsiones de crecimiento del PIB turístico del 2,7% en 2025 y del 2,5% en 2026. Esta perspectiva sugiere que, aunque el crecimiento se está moderando, el sector aún tiene potencial para contribuir positivamente a la economía nacional.
Para enfrentar la desaceleración, es crucial que el sector turístico implemente estrategias de adaptación. Esto incluye la diversificación de la oferta turística, la mejora de la calidad de los servicios y la promoción de destinos menos conocidos para evitar la masificación en los lugares más populares. Además, es fundamental invertir en sostenibilidad y en la digitalización de los servicios turísticos, lo que podría atraer a un nuevo tipo de viajero que busca experiencias únicas y responsables.
La inversión en infraestructura también jugará un papel clave en el futuro del turismo en España. El Gobierno ha comenzado a aumentar la inversión en aeropuertos, como Barajas y El Prat, para mejorar la capacidad de recepción de turistas. Sin embargo, es esencial que estas inversiones se realicen de manera equilibrada, teniendo en cuenta las limitaciones de capacidad y el impacto ambiental.
En resumen, el sector turístico español se encuentra en una encrucijada. Si bien ha demostrado ser un motor económico vital, la desaceleración actual plantea desafíos significativos. La capacidad de adaptación y la implementación de estrategias efectivas serán fundamentales para asegurar que el turismo continúe siendo un pilar de la economía española en los años venideros. La convergencia del crecimiento económico de España con el de la eurozona, prevista para 2027, podría ser una oportunidad para que el sector se reinvente y se alinee con las tendencias globales en turismo.