El vandalismo en el transporte ferroviario ha alcanzado niveles alarmantes en España, con Renfe reportando un total de 6.568 incidentes durante el año 2024. Estos actos, que incluyen desde grafitis hasta la rotura de cristales, han generado un coste directo de 11,2 millones de euros. La situación se ha vuelto insostenible, y la compañía ferroviaria ha decidido tomar medidas más drásticas para combatir este fenómeno que no solo afecta su economía, sino también la seguridad de los pasajeros y la calidad del servicio.
### Costes Económicos y Sociales del Vandalismo
Los actos vandálicos en los trenes de Renfe no son un problema nuevo, pero la magnitud de los daños ha ido en aumento. De las 6.568 incidencias reportadas, la mayoría se relacionan con grafitis, que suman un total de 4.281. Otras acciones vandálicas, como la rotura de cristales, representan un 26% de los incidentes, mientras que la vandalización de elementos de seguridad, como extintores y martillos de emergencia, también ha sido significativa. Este tipo de comportamientos no solo generan un elevado coste económico, sino que comprometen la seguridad de los viajeros y trabajadores, provocan retrasos y reducen la calidad del servicio.
Renfe ha destacado que cada año destina miles de horas a la limpieza de grafitis. En 2023 y 2024, la compañía ha limpiado más de 147.230 metros cuadrados de grafitis en sus trenes, lo que equivale a más de 20 campos de fútbol. Este esfuerzo representa un coste anual de alrededor de 24 millones de euros, que incluye gastos directos e indirectos, como productos de limpieza, personal y medidas de seguridad para prevenir futuros actos vandálicos. La limpieza de grafitis requiere más de 10.000 horas netas al mes, lo que pone de manifiesto la magnitud del problema.
### Colaboración con las Fuerzas de Seguridad
Ante esta situación, Renfe ha agradecido la colaboración de la Policía Nacional y la Guardia Civil en la lucha contra el vandalismo. Recientemente, se llevaron a cabo detenciones de 29 personas en varias ciudades, como Madrid, Málaga y Valencia, por su presunta implicación en la realización de grafitis en trenes. Esta operación, que se inició en septiembre de 2024, ha permitido esclarecer un total de 319 hechos delictivos, incluyendo 187 delitos de daños y 32 de desórdenes públicos.
La compañía ferroviaria ha enfatizado la importancia de esta colaboración, ya que el vandalismo no solo representa un coste económico, sino que también afecta la percepción del servicio público. Renfe ha manifestado su compromiso de seguir trabajando junto a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado para prevenir este tipo de conductas delictivas. La empresa ha implementado protocolos específicos de limpieza que minimizan el impacto ambiental de los residuos generados por los grafiteros, utilizando mantas absorbentes y un sistema de gestión medioambiental especializado.
Además, Renfe ha señalado que el vandalismo también tiene un impacto medioambiental significativo. Se estima que anualmente se utilizan 16.000 litros de pintura por parte de los grafiteros, compuesta por sustancias tóxicas como benceno y 1,3-butadieno, generando 40.000 botes de pintura como residuo peligroso. Esto no solo afecta la salud pública, sino que también incrementa los costes asociados a la limpieza y gestión de residuos.
La empresa ferroviaria ha reiterado su compromiso con la seguridad y la defensa de un transporte público de calidad y sostenible. La lucha contra el vandalismo es una prioridad, y Renfe está decidida a implementar todas las medidas necesarias para proteger sus instalaciones y garantizar la seguridad de sus usuarios. La colaboración con las autoridades es fundamental para abordar este problema de manera efectiva y asegurar un futuro más seguro para el transporte ferroviario en España.