La Semana Santa en Sevilla es una de las festividades más esperadas y celebradas en la ciudad, marcando el inicio de un periodo de intensa actividad religiosa y cultural. Este año, el Viernes de Dolores se presenta como el punto de partida de una serie de eventos que atraen tanto a locales como a turistas, quienes se preparan para vivir una experiencia única llena de tradición y devoción.
La jornada del Viernes de Dolores es especialmente significativa, ya que es el momento en que las primeras cofradías comienzan su estación de penitencia. Este día, la ciudad se transforma, los barrios se visten de gala y los nazarenos, con sus túnicas y capirotes, se preparan para salir a las calles. En total, seis cofradías realizarán su recorrido, cada una con su particular historia y conexión con la comunidad.
Las cofradías que procesionan en esta jornada son La Misión, Pasión y Muerte, La Corona, Bellavista, Pino Montano y la recién incorporada Bendición y Esperanza, que hará su debut como hermandad de penitencia. Este último hecho es especialmente relevante, ya que representa el esfuerzo y la dedicación de la comunidad del Polígono Sur, que ha trabajado durante años para alcanzar este objetivo.
Cada cofradía tiene su propio itinerario y horario, lo que permite a los fieles y visitantes planificar su recorrido para no perderse ninguna de las procesiones. Por ejemplo, La Misión comenzará su recorrido a las 18:15 horas, mientras que Bendición y Esperanza lo hará a las 17:00 horas, marcando un hito en su historia. La llegada de esta nueva hermandad es un símbolo de esperanza y renovación para los vecinos del Polígono Sur, quienes se han volcado en la celebración de su primera salida procesional.
La música también juega un papel fundamental en esta jornada. Cada cofradía cuenta con su propia banda que acompaña los pasos, creando un ambiente de solemnidad y emoción. Desde agrupaciones musicales hasta el silencio reverente que caracteriza a algunas procesiones, la variedad de estilos musicales enriquece la experiencia de los asistentes. Por ejemplo, la banda de Las Cigarreras acompañará a La Misión, mientras que Bellavista contará con la música de la AM Nuestro Padre Jesús de la Redención.
Los itinerarios de las cofradías son una parte esencial de la tradición, y cada uno de ellos está diseñado para recorrer los barrios de Sevilla, permitiendo que los vecinos se unan a la celebración. La Misión, por ejemplo, recorrerá la Avenida Padre García Tejero y otras calles emblemáticas, mientras que La Corona pasará por el corazón del casco antiguo, ofreciendo a los espectadores la oportunidad de disfrutar de la belleza arquitectónica de la ciudad.
La arquitectura de las iglesias desde donde salen las cofradías también refleja la evolución de la ciudad. Muchas de ellas son de reciente construcción y están diseñadas para atender a una población en crecimiento. La parroquia de San Isidro Labrador en Pino Montano y la de Jesús Obrero en el Polígono Sur son ejemplos de cómo la comunidad ha adaptado sus espacios religiosos a las necesidades actuales.
Para aquellos que desean ver las procesiones, es recomendable planificar con antelación. La distancia entre los diferentes barrios puede ser considerable, y el uso de transporte público o vehículos privados puede ser necesario para disfrutar de todas las cofradías. Sin embargo, muchos optan por quedarse en un solo lugar, disfrutando de la atmósfera única que se crea en cada barrio durante esta festividad.
El Viernes de Dolores no solo es el inicio de la Semana Santa, sino también un momento de encuentro y celebración para la comunidad. Los vecinos se agrupan en las calles, compartiendo risas y recuerdos mientras esperan la llegada de sus cofradías. Este ambiente festivo, combinado con la solemnidad de las procesiones, crea una experiencia inolvidable que resuena en el corazón de todos los que participan.
La Semana Santa en Sevilla es, sin duda, una manifestación de fe y cultura que trasciende generaciones. Cada año, la ciudad se prepara para recibir a miles de visitantes que vienen a experimentar esta tradición única, y el Viernes de Dolores marca el comienzo de un viaje que culminará en la celebración de la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo. La devoción, la música y la comunidad se entrelazan en un evento que es mucho más que una simple festividad; es una celebración de la identidad sevillana.