La relación entre el movimiento y la atención en niños con Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) ha sido objeto de estudio en los últimos años. A medida que se profundiza en la comprensión de este trastorno, se ha comenzado a cuestionar la idea tradicional de que los niños con TDAH deben permanecer quietos para aprender. En cambio, investigaciones recientes sugieren que el movimiento puede ser una herramienta valiosa para mejorar la concentración y la organización cognitiva en estos niños.
### La Nueva Perspectiva sobre el TDAH
Tradicionalmente, se ha considerado que los niños con TDAH tienen un déficit de atención, lo que implica que no pueden concentrarse en las tareas que tienen frente a ellos. Sin embargo, algunos expertos argumentan que este enfoque puede ser erróneo. En lugar de un déficit, se sugiere que estos niños tienen dificultades para filtrar y focalizar la información que reciben del entorno. Esto significa que, en lugar de ignorar las distracciones, están prestando atención a casi todo lo que les rodea, lo que puede resultar abrumador.
Juliana Nieva, médica psiquiatra del Departamento Infanto Juvenil de Ineco, señala que los estudios actuales están explorando cómo el movimiento puede ser utilizado como una estrategia para mejorar la atención en niños y adolescentes. Ella enfatiza la importancia de un diagnóstico oportuno y la implementación de adecuaciones en el entorno escolar y cotidiano para ayudar a estos niños a organizar su atención de manera más efectiva.
Desde la perspectiva clínica, el psiquiatra infanto juvenil Christian Plebst destaca que el cuerpo juega un papel crucial en la autorregulación de la atención. Para muchos niños, el movimiento no solo es una forma de liberar energía, sino que también les ayuda a anclarse en el presente y a organizarse cognitivamente. Esto es especialmente relevante para aquellos que tienen dificultades para integrar y procesar la información sensorial.
### La Importancia del Movimiento en el Aula
La idea de que los niños deben estar quietos para aprender sigue siendo predominante en muchos entornos escolares. Sin embargo, esta creencia está siendo desafiada por nuevas investigaciones que sugieren que permitir que los niños se muevan puede ser beneficioso para su concentración y bienestar emocional. Las pausas activas durante la jornada escolar, por ejemplo, han demostrado favorecer la atención y reducir la ansiedad.
Plebst advierte que no todos los niños con TDAH necesitan el mismo tipo de movimiento. El trastorno es un síndrome conductual que puede manifestarse de diferentes maneras, y es esencial realizar una evaluación profunda para determinar las necesidades específicas de cada niño. Esto implica identificar si el niño tiene desafíos en las funciones ejecutivas o alteraciones en la integración sensorial, lo que influirá en el tipo de movimiento que le será más beneficioso.
Los expertos coinciden en que el ejercicio físico regular no solo mejora la atención, sino que también tiene un impacto positivo en la regulación emocional. La liberación de neurotransmisores como las endorfinas durante la actividad física contribuye a la regulación emocional y a la reducción de la ansiedad, lo que a su vez puede mejorar el rendimiento atencional.
### Ejercicios y Actividades que Favorecen la Atención
Aunque no existe una fórmula única para todos los niños, hay ciertos tipos de ejercicios que han demostrado ser efectivos. Actividades aeróbicas como correr, andar en bicicleta y nadar son recomendadas, así como deportes en equipo que se practiquen al aire libre. Estas actividades no solo promueven la salud física, sino que también fomentan la socialización y el trabajo en equipo, aspectos importantes para el desarrollo emocional de los niños.
Prácticas como el yoga y el taichí también son valoradas por su capacidad para mejorar el equilibrio corporal y la conciencia de los propios movimientos. Estas actividades pueden ser especialmente útiles para aquellos niños que tienen dificultades de coordinación o que se sienten incómodos en su propio cuerpo. Además, el ajedrez, aunque no impacte directamente en la hiperactividad, puede ayudar a mejorar los niveles atencionales.
Es fundamental que las actividades físicas sean inclusivas y no competitivas. Muchos niños con TDAH pueden sentirse intimidados por la presión de competir, lo que puede llevar a la evitación de actividades deportivas. Por lo tanto, es esencial que los educadores y entrenadores fomenten un ambiente donde el disfrute y la participación sean prioritarios sobre el rendimiento.
### La Escuela como Aliada del Movimiento
La implementación de adaptaciones escolares que consideren las necesidades sensoriales de los niños puede ser clave para reducir conductas disruptivas y mejorar el aprendizaje. Algunas escuelas ya están incorporando escritorios con pedales y pausas programadas para realizar actividad física breve durante el horario escolar. Estas intervenciones han demostrado renovar el foco atencional y ayudar a la regulación emocional.
Sin embargo, la realidad es que muchas escuelas aún se adhieren a la idea de que los niños deben estar quietos para aprender. Esto puede ser perjudicial, especialmente para aquellos con TDAH, que necesitan moverse para poder concentrarse. La revisión de la lógica escolar tradicional es crucial para crear un entorno de aprendizaje más efectivo y saludable.
La integración de momentos pautados de movimiento dentro de la rutina diaria puede marcar una gran diferencia en el desempeño y la regulación de los niños con TDAH. Al permitir que se muevan, no solo se les ayuda a concentrarse mejor, sino que también se les brinda la oportunidad de experimentar el aprendizaje de una manera más positiva y efectiva.