El Partido Popular (PP) ha registrado una moción en el Senado que busca presionar al presidente Pedro Sánchez para que cumpla con su obligación constitucional de presentar los Presupuestos Generales del Estado para el año 2025. Esta iniciativa se debatirá el próximo martes y se enmarca en un contexto donde el Gobierno sigue operando con los Presupuestos prorrogados de 2022, lo que ha generado críticas sobre la falta de adaptación a las nuevas realidades económicas y sociales del país.
La portavoz del PP en el Senado, Alicia García, ha señalado que la situación actual es insostenible, ya que los Presupuestos de 2022 fueron aprobados en un contexto político y económico muy diferente al actual. La moción del PP destaca que el Gobierno no solo está incumpliendo su deber constitucional, sino que también está poniendo en riesgo la estabilidad económica del país al no presentar un marco presupuestario que responda a las necesidades actuales, como el rearme de Europa ante la amenaza de Rusia o la guerra comercial con Estados Unidos.
Sánchez ha comunicado a algunos de sus ministros que no tiene intención de presentar los Presupuestos de 2025, argumentando que no cuenta con la mayoría parlamentaria necesaria para su aprobación. En lugar de ello, el Gobierno planea realizar modificaciones de crédito para cumplir con el compromiso de aumentar el gasto militar hasta el 2% del PIB, una medida que podría no contar con el apoyo de algunos de sus socios, como Podemos. Esta situación ha llevado a la portavoz del PP a calificar al Gobierno de «en rebeldía constitucional», al considerar que no presentar el proyecto de Presupuestos es un capricho de los líderes del Ejecutivo.
La moción del PP también recuerda que, según el artículo 134.3 de la Constitución, el Gobierno debe presentar los Presupuestos al Congreso de los Diputados al menos tres meses antes de que expiren los del año anterior. Esto implica que la falta de presentación no es solo una cuestión de procedimiento, sino una obligación legal que el Gobierno está eludiendo. Alicia García ha criticado que la incapacidad del Gobierno para presentar unos Presupuestos a tiempo refleja una falta de rumbo y cohesión en la gestión del país.
El contexto político actual es complejo, con el Gobierno enfrentando múltiples desafíos, incluyendo la presión de sus socios de coalición y la oposición. La falta de apoyo parlamentario ha llevado a situaciones en las que el PSOE ha tenido que utilizar su mayoría en la Mesa del Congreso para congelar la tramitación de proyectos de ley aprobados por el PP en el Senado. Esto ha generado tensiones y ha puesto de manifiesto la fragilidad de la coalición gobernante.
La situación se complica aún más con la reciente decisión del Senado de plantear un conflicto de competencias ante el Tribunal Constitucional debido a la paralización de la reforma de la ley mordaza, que el PSOE había pactado con Bildu. La falta de consenso entre los socios del Gobierno ha llevado a la paralización de iniciativas clave, lo que ha alimentado las críticas de la oposición.
El PP ha utilizado esta situación para recordar que, en 2018, Pedro Sánchez exigía a Mariano Rajoy que convocara elecciones si no podía aprobar sus Presupuestos. En ese momento, Sánchez argumentaba que la incapacidad para presentar un presupuesto era un signo de debilidad y falta de legitimidad. Sin embargo, ahora se encuentra en una posición similar, justificando la prórroga de los Presupuestos de 2022 como una medida necesaria para garantizar la estabilidad del país en un contexto internacional incierto.
La moción del PP subraya que es imposible abordar los grandes retos que enfrenta España, como el desempleo, la inflación, la inversión productiva y la modernización digital, sin un marco presupuestario sólido y transparente. La falta de un presupuesto adecuado limita la capacidad del Gobierno para implementar políticas efectivas que respondan a las necesidades de la ciudadanía.
En resumen, la presión del PP sobre el Gobierno para que presente los Presupuestos de 2025 refleja una lucha política en un contexto de inestabilidad y falta de consenso. La situación actual pone de manifiesto las dificultades que enfrenta el Ejecutivo para mantener su cohesión interna y cumplir con sus obligaciones constitucionales, mientras que la oposición busca capitalizar estas debilidades para fortalecer su posición en el debate político.