El sistema fiscal en España ha sido objeto de críticas constantes por parte de los trabajadores y empresarios, quienes sienten que están atrapados en una red de impuestos y regulaciones que les ahoga. Recientemente, el asesor fiscal Álex Algarci, cofundador de Fixcal, ha expresado su descontento en un pódcast, donde describió el proceso de inspección de Hacienda como un sistema basado en el «chantaje». Esta afirmación ha generado un debate sobre la efectividad y la justicia del sistema fiscal español, así como sobre la percepción que tienen los contribuyentes sobre su relación con la administración tributaria.
La crítica de Algarci se centra en la falta de protección para el contribuyente durante las inspecciones fiscales. Según él, el proceso administrativo puede comenzar con un requerimiento de inspección o una propuesta de liquidación, lo que deja al contribuyente en una posición vulnerable. «Para que la presunción de inocencia exista, para hacer valer tus derechos, eso se da en el juzgado», explica. Esto significa que, en muchos casos, los contribuyentes se ven obligados a pelear contra Hacienda en los tribunales, lo que puede resultar en un proceso largo y costoso.
### La Percepción del Contribuyente: Miedo y Desconfianza
La sensación de indefensión es común entre los contribuyentes que enfrentan una inspección. Algarci señala que muchos sienten que están siendo atacados, incluso si no han hecho nada malo. Este miedo se ve exacerbado por la percepción de que los inspectores de Hacienda tienen incentivos para sancionar, independientemente de si están en lo correcto o no. «Si yo te multo y acierto, cobro como inspector; si te multo y no acierto, cobro también», argumenta Algarci. Esta falta de incentivos para actuar de manera justa crea un ambiente hostil que desalienta a los contribuyentes a defender sus derechos.
La crítica no se limita a los procedimientos de inspección. También se extiende a la cultura que rodea a la fiscalidad en España. Muchos contribuyentes sienten que el sistema está diseñado para castigar en lugar de facilitar el cumplimiento. Esta percepción se ve reflejada en las palabras de Diego Antoñanzas, un coach en liderazgo, quien ha comparado a Hacienda con la Gestapo, sugiriendo que la gente tiene miedo de interactuar con la administración tributaria.
### Propuestas para un Cambio en el Sistema
Ante esta situación, Algarci propone una serie de cambios en el sistema fiscal español. En lugar de un proceso que requiera ir a los tribunales, sugiere que se establezca un sistema más amigable y menos hostil. Esto incluiría la creación de mecanismos que permitan resolver disputas de manera más eficiente y justa, sin la necesidad de recurrir a la judicialización de los conflictos.
Además, Algarci aboga por un cambio en los incentivos que rigen el trabajo de los inspectores de Hacienda. En lugar de premiar la sanción, propone que se recompense la resolución de problemas y el cumplimiento voluntario de los contribuyentes. Este cambio podría ayudar a construir una relación más colaborativa entre la administración tributaria y los ciudadanos, en lugar de una basada en el miedo y la desconfianza.
La necesidad de una reforma en el sistema fiscal español es evidente. La percepción de que el sistema está diseñado para castigar a los contribuyentes, en lugar de facilitar el cumplimiento, es un obstáculo significativo para la confianza en la administración tributaria. Los cambios propuestos por Algarci podrían ser un primer paso hacia un sistema más justo y equitativo, que beneficie tanto a los contribuyentes como a la administración.
En resumen, el sistema fiscal español enfrenta un desafío importante en términos de percepción y efectividad. La crítica de Algarci y otros expertos destaca la necesidad de una revisión profunda de los procedimientos de inspección y de la cultura que rodea a la fiscalidad en España. Solo a través de un enfoque más colaborativo y menos punitivo se podrá restaurar la confianza de los ciudadanos en su administración tributaria.