La historia de la literatura gótica se vio marcada por un verano inusual en 1816, conocido como el «año sin verano», cuando un grupo de jóvenes escritores se reunió en la Villa Diodati, a orillas del lago Lemán. Este encuentro, que reunió a figuras como Mary Shelley, Lord Byron, Percy Bysshe Shelley y John William Polidori, se convirtió en el escenario de la creación de dos de las obras más influyentes de la literatura: «Frankenstein» y «El vampiro». La erupción del volcán Tambora en 1815 había provocado un clima anómalo que obligó a los participantes a permanecer en la mansión, creando un ambiente propicio para la creatividad y el terror.
### El Contexto del “Año Sin Verano”
La erupción del volcán Tambora en Indonesia liberó una cantidad masiva de cenizas y gases a la atmósfera, lo que resultó en un enfriamiento global. Este fenómeno climático alteró los ciclos agrícolas y provocó un verano frío y lluvioso en Europa. En este contexto, Mary Godwin, quien más tarde se convertiría en Mary Shelley, se encontraba en la Villa Diodati con su amante Percy Shelley, su hermanastra Claire Clairmont, Lord Byron y su médico Polidori. La atmósfera de la villa, marcada por la lluvia constante y los truenos, fomentó largas noches de lectura y conversación, donde el terror y lo sobrenatural se convirtieron en los temas centrales.
Durante una de estas veladas, Lord Byron propuso un desafío: cada uno de ellos debía escribir una historia de terror. Este reto, que inicialmente parecía un simple pasatiempo, se transformó en el germen de dos obras maestras de la literatura gótica. Mientras que Byron y Percy Shelley no completaron sus relatos, Mary Godwin y Polidori sí lograron dar forma a sus historias, que perduran hasta nuestros días.
### La Creación de “Frankenstein”
Mary Godwin, inspirada por un sueño que tuvo durante esas noches tormentosas, comenzó a escribir «Frankenstein o el moderno Prometeo». La novela, publicada en 1818, narra la historia de Victor Frankenstein, un científico que crea un ser a partir de restos humanos y lo anima mediante la electricidad. Esta obra no solo es un hito en la literatura de terror, sino que también plantea profundas cuestiones filosóficas sobre la naturaleza de la vida, la responsabilidad del creador y los límites de la ciencia.
El personaje de Victor Frankenstein se inspira en figuras históricas como Luigi Galvani, un pionero en el uso de la electricidad, y Johann Konrad Dippel, un alquimista conocido por sus experimentos con cadáveres. La novela refleja las inquietudes de la época sobre los avances científicos y los dilemas éticos que estos conllevan. A través de la historia de Frankenstein, Mary Shelley aborda la angustia de la creación y las consecuencias de jugar a ser Dios.
### “El Vampiro” de Polidori
Por su parte, John William Polidori, quien también se encontraba en la Villa Diodati, escribió «El vampiro», una obra que introdujo al personaje de Lord Ruthven, un aristócrata seductor que se alimenta de la sangre de jóvenes inocentes. Este relato, que fue publicado en 1819, se considera el precursor del famoso «Drácula» de Bram Stoker y estableció muchos de los arquetipos del género vampírico que perduran en la literatura y el cine hasta hoy.
El personaje de Lord Ruthven guarda un notable parecido con Lord Byron, tanto en su apariencia como en su carácter. De hecho, la primera edición de «El vampiro» fue erróneamente atribuida a Byron, un equívoco que el poeta no se apresuró a desmentir. Polidori, a pesar de no recibir el reconocimiento que merecía en vida, dejó un legado que influiría en la cultura popular y en la representación de los vampiros en la ficción.
### Relaciones Personales y el Legado de la Villa Diodati
La convivencia en la Villa Diodati fue intensa y estuvo marcada por complejas relaciones personales. La amistad entre Byron y Percy Shelley se caracterizaba por la admiración mutua, pero también por la rivalidad. Claire Clairmont, la hermanastra de Mary, desempeñó un papel central en la dinámica del grupo, siendo amante de Byron y contribuyendo a la tensión emocional que impregnaba el ambiente.
Mary Shelley, nacida en Londres en 1797, creció en un entorno intelectual que la expuso a debates filosóficos y literarios desde temprana edad. Su relación con Percy Shelley, que comenzó en 1814, estuvo marcada por la oposición familiar y las dificultades económicas, lo que llevó a la pareja a una vida itinerante por Europa antes de establecerse en Suiza. La tragedia también marcó la vida de los protagonistas de aquel verano: Polidori se suicidó a los veinticinco años, Percy Shelley murió ahogado en 1822 y Byron falleció en 1824 mientras luchaba por la independencia de Grecia. Mary Shelley, sin embargo, sobrevivió hasta 1851, dedicándose a la literatura y al cuidado de su hijo.
La historia de la Villa Diodati y el verano de 1816 es un testimonio del poder de la creatividad en circunstancias adversas. Las obras que surgieron de aquel encuentro no solo han dejado una huella indeleble en la literatura, sino que también han influido en el cine y la cultura popular contemporánea. La reciente adaptación de «Frankenstein» por Guillermo del Toro, que ha sido aclamada por su fidelidad a la novela original, es un ejemplo de cómo estas historias siguen resonando en la actualidad. La cita de Lord Byron que cierra la película, «Y, así el corazón, por roto que esté, seguirá viviendo», encapsula la esencia de la lucha humana por la vida y la creación, temas que siguen siendo relevantes en nuestra sociedad actual.
