La reciente ratificación por parte de España en la ONU de la inclusión del «hambre como arma» en el Estatuto de Roma ha generado un amplio debate tanto a nivel nacional como internacional. Esta medida, impulsada por el Gobierno de Pedro Sánchez, busca fortalecer la lucha contra la impunidad en conflictos armados, pero ha sido recibida con críticas por parte de Israel, que la considera una manifestación de una «obsesión antiisraelí». En este artículo, exploraremos las implicaciones de esta decisión y el contexto en el que se ha llevado a cabo.
La ratificación se produce en un momento crítico, ya que el uso del hambre como táctica de guerra ha sido un tema recurrente en conflictos recientes, especialmente en Gaza, donde la situación humanitaria ha alcanzado niveles alarmantes. La ONU declaró oficialmente una «situación de hambruna» en agosto, y diversas ONG han alertado sobre las muertes de niños y ancianos debido a la falta de alimentos. En este contexto, la decisión de España de ratificar esta enmienda se presenta como un intento de abordar una problemática que afecta a miles de personas en situaciones de conflicto.
### Contexto Político y Críticas a la Medida
El proceso legislativo que llevó a la ratificación de esta enmienda comenzó en el primer periodo de sesiones de 2025, a pesar de que las enmiendas ya habían sido aprobadas por la Asamblea de los Estados Parte en 2017 y 2019. La aprobación en el Congreso español fue contundente, con 311 votos a favor y solo 33 abstenciones de Vox, que cuestionó la oportunidad de la medida y la calificó de «dialéctica antisemita». Este respaldo parlamentario refleja un consenso en torno a la necesidad de abordar el uso del hambre como arma de guerra, aunque también ha suscitado preocupaciones sobre la política exterior de España y su relación con Israel.
Desde el entorno del Gobierno israelí, se ha denunciado que esta medida es un intento deliberado de hostigar a Israel en un momento en que la paz en Oriente Medio es frágil. Las críticas se centran en que la decisión de España de ratificar esta enmienda coincide con un aumento de las tensiones en la región, lo que ha llevado a algunos a cuestionar la motivación detrás de esta acción. La percepción de que España está utilizando su posición en la ONU para atacar a Israel ha generado un clima de desconfianza y ha complicado las relaciones diplomáticas entre ambos países.
### Implicaciones para la Política Exterior Española
La ratificación de esta enmienda no solo tiene implicaciones para la situación en Gaza, sino que también plantea preguntas sobre la dirección de la política exterior española. El Ministerio de Exteriores ha defendido que la reforma busca fortalecer la Corte Penal Internacional y la lucha global contra la impunidad, pero las críticas sugieren que esta medida podría alejar a España de los grandes centros de decisión y complicar su papel en la diplomacia internacional.
La inclusión del hambre como arma de guerra en el Estatuto de Roma es un paso significativo en la lucha contra los crímenes de guerra, pero también es un recordatorio de que la política internacional está llena de matices y tensiones. La respuesta de Israel y la reacción de otros actores internacionales a esta medida serán cruciales para determinar cómo se desarrollará la situación en el futuro.
En paralelo a esta ratificación, España también ha reafirmado su compromiso de abordar otros aspectos del Estatuto de Roma, incluyendo el uso de armamento lesivo como armas biológicas y láseres cegadores. Estas reformas buscan robustecer el marco legal internacional y asegurar que los crímenes de guerra sean perseguidos de manera efectiva. Sin embargo, la percepción de que estas medidas están dirigidas específicamente contra Israel podría tener repercusiones negativas para la diplomacia española en la región.
La situación actual en Gaza y el uso del hambre como táctica de guerra subrayan la urgencia de abordar estas cuestiones desde una perspectiva humanitaria y legal. La ratificación de España en la ONU es un paso hacia la justicia penal universal, pero también es un recordatorio de que las decisiones políticas deben ser tomadas con cuidado, considerando las complejidades de las relaciones internacionales y el impacto que pueden tener en la vida de las personas afectadas por conflictos armados.
En este contexto, es fundamental que España mantenga un enfoque equilibrado en su política exterior, buscando promover la justicia y la paz sin alienar a aliados clave. La ratificación de la inclusión del hambre como arma en el Estatuto de Roma es un paso importante, pero debe ser parte de un enfoque más amplio que considere las realidades sobre el terreno y busque soluciones sostenibles para los conflictos en curso. La comunidad internacional observa atentamente cómo España maneja esta situación y qué pasos tomará a continuación en su papel como actor en la justicia internacional y la diplomacia global.