El líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, ha captado la atención de los medios y las redes sociales tras la difusión de un vídeo en el que se le ve cantando en un karaoke en A Coruña. En este evento, Feijóo no solo se divirtió, sino que también hizo uso de una frase que se ha vuelto emblemática en la política española: «me gusta la fruta», acuñada por la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. Este gesto ha generado una serie de reacciones y comentarios que van más allá de la simple anécdota.
La grabación, que muestra a Feijóo compartiendo escenario con un grupo de personas en el Garufa Club, ha sido interpretada como una forma de apropiarse de la frase de Ayuso, que se ha convertido en un símbolo de la confrontación política entre el PP y el actual presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. La frase original surgió en un contexto de tensión política, cuando Sánchez criticó a Feijóo por la gestión de su antecesor, Pablo Casado, en relación a un posible caso de corrupción que involucraba a Ayuso. La respuesta de Feijóo en aquel momento fue considerada por muchos como un intento de desviar la atención de las acusaciones.
Este episodio no es aislado, ya que Feijóo ha mostrado en varias ocasiones su afinidad con las estrategias comunicativas de Ayuso. En diciembre de 2023, durante un acto público, recibió de ella una cesta de frutas, un gesto que fue interpretado como un guiño a la frase que ahora ha vuelto a resurgir en el contexto de su actuación en el karaoke. La repetición de esta frase en un ambiente festivo ha suscitado críticas por parte de miembros del Gobierno, quienes ven en ello una falta de seriedad y un intento de crispar el ambiente político.
### Reacciones en el Ámbito Político
Las reacciones al vídeo de Feijóo no se han hecho esperar. El ministro Óscar Puente fue uno de los primeros en comentar sobre el asunto, señalando que incluso en sus momentos de diversión, el líder del PP parece estar más interesado en generar controversia que en disfrutar de un momento de esparcimiento. Puente enfatizó que este tipo de actitudes solo contribuyen a la polarización del debate político en España.
Por su parte, el ministro Félix Bolaños también criticó la actuación de Feijóo, sugiriendo que su comportamiento refleja un «colapso político y ético» dentro del Partido Popular. Bolaños argumentó que la actitud de Feijóo, al apropiarse de una frase que ha sido utilizada en un contexto de ataque político, demuestra una falta de respeto hacia la seriedad que debería caracterizar el debate político en el país. Esta crítica se suma a un creciente descontento dentro del Gobierno hacia la estrategia comunicativa del PP, que muchos consideran más centrada en la provocación que en la propuesta de soluciones a los problemas que enfrenta la sociedad española.
### Contexto de la Frase y su Impacto
La frase «me gusta la fruta» ha trascendido su uso original y se ha convertido en un símbolo de la lucha política entre el PP y el PSOE. Su origen se remonta a un debate en el que Sánchez cuestionó la integridad de Ayuso y, por extensión, de Feijóo. La respuesta de Feijóo, que fue vista como un intento de minimizar las acusaciones, ha sido utilizada por sus oponentes para ilustrar lo que consideran una falta de seriedad en su liderazgo.
El uso de esta frase en un karaoke puede interpretarse como un intento de Feijóo de humanizar su imagen y acercarse a un electorado que busca líderes más cercanos y menos rígidos. Sin embargo, la reacción negativa de algunos sectores del Gobierno sugiere que este tipo de estrategias pueden resultar contraproducentes en un clima político tan tenso. La percepción de que Feijóo se burla de la seriedad de la política podría alienar a votantes que buscan un cambio genuino en la forma de hacer política en España.
En resumen, el karaoke de Feijóo y su uso de la frase de Ayuso han abierto un nuevo capítulo en la narrativa política española. Mientras algunos lo ven como un intento de conectar con la gente, otros lo interpretan como un signo de la frivolidad que a menudo caracteriza la política contemporánea. La forma en que este episodio influya en la percepción pública de Feijóo y del Partido Popular en general está por verse, pero sin duda, ha añadido un nuevo elemento a la ya compleja dinámica política del país.