La fisioterapia y la prehabilitación han emergido como herramientas fundamentales en la mejora de la calidad de vida de los adultos mayores, especialmente en el contexto de cirugías y la prevención de caídas. A medida que la población envejece, es crucial entender cómo estas prácticas pueden aliviar el dolor, mejorar la movilidad y reducir riesgos asociados con el envejecimiento.
### Beneficios de la Fisioterapia en la Tercera Edad
Tradicionalmente, la fisioterapia se ha asociado con la rehabilitación de lesiones, pero sus beneficios se extienden mucho más allá. Según expertos en el campo, como Robyn Culbertson, fisioterapeuta especializada en geriatría, el dolor crónico en áreas como la espalda baja, los hombros o las rodillas puede llevar a una disminución de la actividad física, lo que a su vez agrava el malestar a largo plazo. La fisioterapia no solo ayuda a aliviar el dolor, sino que también permite a los pacientes analizar y corregir sus patrones de movimiento, fortaleciendo y flexibilizando el cuerpo para prevenir que problemas menores se conviertan en afecciones incapacitantes.
Además, la fisioterapia es especialmente beneficiosa para aquellos que padecen enfermedades crónicas, como la artritis. Joseph Lume, fisioterapeuta en el NYU Langone Orthopedic Center, destaca que este enfoque protege las articulaciones y refuerza los músculos circundantes, contribuyendo al alivio del dolor con el tiempo. Esto es crucial, ya que el manejo efectivo del dolor puede mejorar significativamente la calidad de vida de los adultos mayores.
### La Importancia de la Prehabilitación
La prehabilitación se ha convertido en una estrategia preventiva clave en el ámbito quirúrgico. Este enfoque implica preparar a los pacientes antes de una intervención quirúrgica a través de programas que incluyen ejercicio físico, mejora nutricional, apoyo psicológico y entrenamiento cognitivo. Lume sugiere que los pacientes con cirugías programadas deberían considerar al menos un par de sesiones de fisioterapia previas, ya que esto optimiza su condición física y facilita la recuperación posterior.
Un metaanálisis reciente ha demostrado que los programas de prehabilitación centrados en el ejercicio no solo reducen el riesgo de complicaciones quirúrgicas, sino que también acortan la estancia hospitalaria y mejoran la calidad de vida de los pacientes. Sin embargo, a pesar de la creciente importancia de la prehabilitación, los autores del estudio advierten que la certeza global sobre sus beneficios sigue siendo baja debido a limitaciones metodológicas y variabilidad en los resultados.
### Modalidades de Fisioterapia y su Impacto
La evolución de la telemedicina ha permitido que los pacientes accedan a evaluaciones virtuales y programas de ejercicios personalizados desde la comodidad de sus hogares. Culbertson señala que, a través de videollamadas, los fisioterapeutas pueden identificar factores de riesgo de caídas y capacitar a los familiares para ayudar en los ejercicios. Sin embargo, es importante destacar que aquellos con un alto riesgo de caídas o trastornos graves del movimiento, como la enfermedad de Parkinson, requieren atención presencial para una supervisión adecuada.
La prevención de caídas es un aspecto crítico de la fisioterapia, especialmente para los adultos mayores. Se estima que uno de cada cuatro adultos de 65 años o más sufre una caída anualmente. Para abordar este problema, es esencial que los médicos evalúen el riesgo de caídas y, si es necesario, deriven a los pacientes a fisioterapia. Los programas de fisioterapia pueden incluir ejercicios de fortalecimiento muscular, entrenamiento del equilibrio y técnicas para mejorar la reacción ante situaciones de riesgo, así como estrategias específicas para el control de la urgencia urinaria, un factor que puede aumentar el riesgo de caídas.
### Desafíos en la Implementación de Fisioterapia y Prehabilitación
A pesar de los beneficios evidentes, existen barreras que dificultan la integración sistemática de la fisioterapia y la prehabilitación en los protocolos de atención médica. La revisión de estudios ha identificado obstáculos como la baja certeza de los beneficios, la variabilidad en la calidad de los estudios y la falta de incorporación sistemática en los protocolos prequirúrgicos. Además, la cobertura de seguros a menudo se limita a ciertos tratamientos, y algunas regulaciones restringen el número de sesiones autorizadas, incluidas las de prehabilitación.
Para maximizar los beneficios de la fisioterapia, los especialistas recomiendan establecer objetivos claros, como retomar una actividad específica, y mantener la motivación a lo largo del proceso. Es fundamental que los pacientes consulten con su equipo médico antes de iniciar cualquier programa de fisioterapia o prehabilitación, asegurando que la modalidad seleccionada se ajuste a sus necesidades individuales. La personalización y el acceso virtual están abriendo nuevas oportunidades para mantener la movilidad y potenciar la recuperación física, lo que es especialmente relevante en las etapas avanzadas de la vida o en el contexto de procedimientos quirúrgicos. Trabajar en la preparación del cuerpo no solo favorece la recuperación, sino que también contribuye a una mejor calidad de vida en general.