La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha expresado su preocupación por los nuevos aranceles impuestos por Estados Unidos, que afectan a la mayoría de sus socios comerciales, incluyendo un incremento del 20% para el bloque europeo. Durante una conferencia de prensa en Samarcanda, Uzbekistán, von der Leyen calificó esta decisión como «un duro golpe para la economía mundial» y subrayó la necesidad de pasar de la confrontación a la negociación.
Von der Leyen lamentó profundamente el anuncio de la Casa Blanca, que forma parte de la agenda proteccionista del gobierno de Donald Trump. En su intervención, destacó que las medidas arancelarias tendrán «inmensas consecuencias» para la economía global, aumentando la incertidumbre y fomentando un mayor proteccionismo. Afirmó que millones de ciudadanos se verán afectados, enfrentándose a precios más altos en productos básicos, medicamentos y transporte, lo que impactará especialmente a las poblaciones más vulnerables.
La presidenta de la Comisión Europea también hizo hincapié en que las pequeñas y grandes empresas sufrirán desde el primer día de la implementación de estos aranceles. La interrupción de las cadenas de suministro y el aumento de la burocracia son solo algunas de las dificultades que se anticipan. Von der Leyen reconoció que el sistema comercial global presenta serias deficiencias, y aunque está de acuerdo con Trump en que algunos países se benefician injustamente de las normas actuales, advirtió que recurrir a los aranceles como solución no es la respuesta adecuada.
En respuesta a esta situación, von der Leyen aseguró que la Unión Europea está preparada para actuar. Se están ultimando un paquete de contramedidas en respuesta a los aranceles al acero y se están preparando nuevas medidas para proteger los intereses europeos en caso de que las negociaciones no prosperen. La presidenta destacó que Europa cuenta con el mercado único más grande del mundo, lo que representa una ventaja en tiempos difíciles.
Además, von der Leyen mencionó que ya se han anunciado medidas para apoyar a sectores estratégicos como el acero y la industria automotriz. La semana pasada, se limitó la cantidad de acero que se puede importar a Europa sin aranceles, lo que busca dar más margen a estas industrias frente a la competencia externa.
El presidente del Consejo Europeo, António Costa, también mostró su apoyo a la Comisión Europea en las negociaciones con Estados Unidos, enfatizando que el comercio es un motor clave para la prosperidad mundial. Costa reafirmó que la UE seguirá defendiendo un comercio libre y justo, y subrayó la importancia de ratificar acuerdos comerciales con países como Mercosur y México, así como avanzar en negociaciones con India y otros socios estratégicos.
En cuanto a las medidas que se están considerando en Bruselas, el comisario de Comercio, Maros Sefcovic, trabaja en una lista de productos estadounidenses que podrían ser objeto de represalias, con un impacto potencial estimado en 26.000 millones de euros. Este paquete será discutido por los ministros de Comercio europeos en una reunión extraordinaria programada para el 7 de abril en Luxemburgo.
La situación actual plantea un desafío significativo para la economía global, y la respuesta de la UE será crucial para mitigar los efectos negativos de los nuevos aranceles. Las autoridades europeas están evaluando todas las opciones disponibles, incluyendo la posibilidad de activar mecanismos contra presiones económicas de terceros países, aunque aún no se ha decidido si se implementarán nuevos aranceles o si se explorarán otras alternativas.
La comunidad internacional observa con atención cómo se desarrollan las negociaciones y las posibles repercusiones de estas medidas arancelarias. La capacidad de la UE para responder de manera efectiva y coordinada será fundamental para proteger sus intereses comerciales y económicos en un entorno global cada vez más complejo.