La vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz, ha solicitado una investigación para esclarecer los problemas relacionados con las pulseras de control telemático que se utilizan para monitorear a agresores machistas. Esta petición surge en un contexto donde se han reportado fallos en el sistema Cometa, que tiene como objetivo garantizar la seguridad de las víctimas de violencia de género. Díaz ha enfatizado la importancia de aclarar cualquier disfunción que haya podido afectar a las mujeres bajo protección, asegurando que, de haber fallos, es fundamental que se reparen los daños causados a las víctimas.
El sistema Cometa, implementado en 2009, ha sido diseñado para ofrecer un seguimiento efectivo de los agresores, permitiendo a las víctimas contar con un botón de pánico y un teléfono inteligente que emite alertas inmediatas. Sin embargo, la reciente transición entre proveedores de servicios, de Telefónica a Vodafone y Securitas Seguridad España, ha generado preocupaciones sobre la eficacia del sistema. Durante este cambio, se han registrado incidencias en la transmisión de datos, lo que ha llevado a la ministra de Igualdad a reconocer que algunos procedimientos judiciales se vieron afectados.
### La importancia de la reparación para las víctimas
Yolanda Díaz ha subrayado que, si se confirma que las fallas en el sistema han perjudicado a mujeres, es imperativo que se garantice su derecho a la reparación. En sus declaraciones, la ministra ha instado a que se realice una investigación exhaustiva para determinar la magnitud de los problemas y las posibles repercusiones para las víctimas. Este enfoque busca no solo identificar los errores, sino también establecer un protocolo claro para la compensación de aquellas que hayan sufrido daños como resultado de fallos en el sistema.
La ministra de Sanidad, Mónica García, también ha abordado el tema, indicando que cualquier fallo relacionado con la violencia machista es inaceptable. García ha defendido la confianza en que el sistema, en su estado actual, no ha puesto en peligro a ninguna mujer, aunque ha admitido que los problemas durante la migración de datos han sido una fuente de preocupación. La falta de información precisa sobre cuántas causas de violencia de género se archivaron debido a estos fallos ha sido un punto crítico en la discusión, lo que ha llevado a la oposición a exigir la dimisión de la ministra de Igualdad.
### Funcionamiento del sistema Cometa y sus desafíos
El sistema Cometa, que actualmente protege a más de 4.500 mujeres y controla a 8.600 personas, ha sido objeto de críticas debido a los fallos reportados. Las pulseras están diseñadas para ser resistentes y duraderas, y funcionan en condiciones adversas. Sin embargo, la transición entre proveedores ha generado incertidumbre sobre su efectividad. Las víctimas cuentan con un dispositivo que les permite alertar a las autoridades en caso de peligro, mientras que los agresores llevan un dispositivo que les impide acercarse a las víctimas.
A pesar de las afirmaciones del Gobierno de que el sistema ha funcionado correctamente en términos generales, la Asociación de Mujeres Juristas Themis ha expresado su preocupación por la desprotección que sufrieron algunas víctimas durante el periodo de transición. La abogada Ángela Alemany ha señalado que, durante varios meses, las víctimas no pudieron presentar pruebas de quebrantamiento de condena, lo que resultó en absoluciones y sobreseimientos de casos de violencia de género.
El Gobierno ha defendido la eficacia del sistema, asegurando que no ha habido excarcelaciones ni asesinatos de mujeres bajo protección en los últimos tres años. Sin embargo, la presión política y social sobre la ministra de Igualdad ha aumentado, con la oposición exigiendo una respuesta clara y contundente sobre los fallos en el sistema.
La situación actual plantea un desafío significativo para el Gobierno, que debe equilibrar la defensa de sus políticas con la necesidad de abordar las preocupaciones legítimas de las víctimas de violencia de género. La falta de una respuesta clara y la ausencia de la ministra de Igualdad en los debates públicos han alimentado la incertidumbre y la desconfianza en el sistema de protección.
En este contexto, la investigación solicitada por Yolanda Díaz se presenta como un paso necesario para restaurar la confianza en el sistema de protección de las víctimas de violencia de género. La transparencia en el proceso y la disposición a corregir errores son fundamentales para asegurar que las mujeres que dependen de estas medidas de protección se sientan seguras y respaldadas por el Estado. La reparación de las víctimas no solo es un acto de justicia, sino también un imperativo moral que debe guiar las acciones del Gobierno en su lucha contra la violencia machista.