La secretaria general de Podemos, Ione Belarra, ha sido ratificada en su cargo con un 90% de los votos durante la quinta asamblea ciudadana del partido, celebrada recientemente. Sin embargo, esta reelección se produce en un contexto de notable disminución en la participación de los inscritos, que ha caído casi a la mitad en comparación con la asamblea anterior de 2021.
En esta ocasión, solo 27.172 personas emitieron su voto, lo que representa una reducción de 24.417 votantes respecto a los 51.589 que participaron en el congreso anterior. Este descenso en la participación ha suscitado preocupaciones sobre el compromiso de las bases del partido y su capacidad para movilizar a los votantes en el futuro.
Belarra, quien fue la única candidata que logró los avales necesarios para presentarse, ha mantenido a su equipo más cercano en el Consejo Ciudadano estatal, incluyendo a figuras destacadas como Irene Montero, quien ha sido propuesta como su referente electoral para las próximas elecciones generales. La nueva dirección también incorpora a varios activistas y profesionales del ámbito mediático, lo que sugiere un intento de diversificar el liderazgo del partido.
Durante su discurso tras la reelección, Belarra enfatizó que Podemos sigue “en pie” y se posicionó como una alternativa frente a lo que denominó la “izquierda dócil” de Sumar, el partido liderado por Yolanda Díaz. La secretaria general criticó abiertamente tanto al Partido Popular como al PSOE, sugiriendo que ambos desean que Podemos sea reemplazado por una izquierda que no desafíe el status quo.
Belarra hizo un llamado a la unidad y a la movilización de las bases, instando a los asistentes a apoyar a Montero y al equipo que la acompañará en la construcción de una candidatura fuerte y valiente. En su discurso, también se refirió a la necesidad de una izquierda que no solo se conforme con ser parte del gobierno, sino que aspire a realizar cambios significativos en la sociedad.
La reelección de Belarra y la composición del nuevo Consejo Ciudadano reflejan un intento de consolidar el poder interno del partido, a pesar de la salida de figuras reconocidas como Pablo Echenique y otros rostros conocidos que han decidido dar un paso atrás en la primera línea política. A pesar de estas ausencias, la dirección del partido ha afirmado mantener buenas relaciones con estos exmiembros.
Belarra también abordó la crítica situación política actual, señalando que la socialdemocracia se ha vuelto complaciente y ha perdido su capacidad de respuesta ante los desafíos contemporáneos. En este sentido, la líder de Podemos se comprometió a luchar por una izquierda que sea capaz de ofrecer una alternativa real a los problemas que enfrenta la sociedad española, incluyendo la guerra y la política exterior.
La asamblea, que reunió a cerca de 1.200 personas, fue un espacio para que Belarra reafirmara su visión de un Podemos que no se rinde, a pesar de los desafíos que enfrenta. La secretaria general destacó la historia del partido y su capacidad de resiliencia, afirmando que ahora tienen un conocimiento más profundo de cómo se pueden lograr cambios significativos.
El futuro de Podemos parece estar marcado por la necesidad de revitalizar su base y atraer a nuevos votantes, especialmente en un contexto donde la participación ha disminuido. La dirección del partido se enfrenta al reto de conectar con aquellos que se sienten desencantados con el actual gobierno y ofrecerles una propuesta que resuene con sus preocupaciones y aspiraciones.
En resumen, la reelección de Ione Belarra como secretaria general de Podemos se produce en un contexto de desafíos internos y externos. La disminución en la participación de las bases es un indicador de que el partido necesita trabajar en su estrategia de movilización y en la construcción de una narrativa que pueda atraer a un electorado más amplio, especialmente en un panorama político cada vez más competitivo.