La reciente boda de Jeff Bezos y Lauren Sánchez ha capturado la atención del mundo no solo por la prominencia de sus protagonistas, sino también por el despliegue de lujo y las controversias que la rodearon. Celebrada en la mágica isla de San Giorgio Maggiore en Venecia, Italia, la ceremonia se llevó a cabo del 26 al 28 de junio de 2025, y fue un evento que combinó glamour, celebridades y una significativa carga social.
### Un Banquete de Lujo y Tradición Italiana
La gastronomía fue uno de los aspectos más destacados de la celebración. El menú, diseñado por el renombrado chef italiano Fabrizio Mellino, quien ostenta tres estrellas Michelin, ofreció a los invitados una experiencia culinaria excepcional. Con un costo aproximado de 1.000 euros por persona, el banquete incluyó platos emblemáticos de la cocina del sur de Italia, como los spaguetti alla Nerano, elaborados con calabacines fritos y queso Provolone del Monaco.
Además, la pareja optó por pizzas de la famosa pizzería napolitana Concettina ai Tre Santi, lo que subrayó su deseo de rendir homenaje a la rica tradición culinaria italiana. Para el postre, Bezos encargó mil porciones de delicias de limón con ricotta y pera de la pastelería Sal De Riso, ubicada en la Costa Amalfitana. Sin embargo, la tarta nupcial fue un guiño a la gastronomía francesa, encargada al célebre repostero parisino Cédric Grolet, conocido por su creatividad y popularidad en redes sociales.
La cena de clausura del evento también se centró en la cocina veneciana, con una selección de antipasti de mar y platos tradicionales como bigoli en salsa y hígado a la veneciana. El tiramisú, un clásico postre italiano, cerró la velada de manera dulce. Este enfoque en la gastronomía no solo reflejó el amor de la pareja por la comida, sino también su deseo de ofrecer a sus invitados una experiencia memorable.
### Celebridades, Protestas y Controversias
La boda no estuvo exenta de polémicas. A pesar de la atmósfera festiva, el evento fue objeto de protestas por parte de grupos locales que criticaban la “privatización” de Venecia y la creciente desigualdad social. Con el lema “No Bezos No War”, los manifestantes expresaron su descontento en las calles de la ciudad, lo que generó un contraste notable con el lujo de la celebración. La seguridad fue un tema crucial, y la ceremonia se trasladó a la isla de San Giorgio Maggiore debido a preocupaciones sobre la seguridad y las protestas.
Entre los asistentes se encontraban figuras de renombre como Oprah Winfrey, Leonardo DiCaprio y el clan Kardashian, quienes llegaron en una flota de 38 lanchas-taxi, lo que atrajo la atención de paparazzis y curiosos. Este despliegue de celebridades no solo resaltó la magnitud del evento, sino que también intensificó las críticas sobre el impacto de tales celebraciones en una ciudad que ya enfrenta desafíos significativos relacionados con el turismo y la gentrificación.
El vestido de la novia, diseñado por Dolce & Gabbana, también generó controversia. Inspirado en un modelo icónico de Sophia Loren, el vestido requirió 900 horas de trabajo, lo que llevó a algunos a cuestionar el simbolismo de opulencia en un contexto de desigualdad. La elección de la pareja de solicitar donaciones a organizaciones benéficas locales en lugar de regalos fue un intento de mitigar las críticas, aunque no logró silenciar las voces de protesta.
La boda de Jeff Bezos y Lauren Sánchez se ha convertido en un evento emblemático que refleja no solo el amor entre dos figuras prominentes, sino también las tensiones sociales que surgen en un mundo donde el lujo y la desigualdad coexisten. La combinación de una celebración de ensueño con un trasfondo de protestas y críticas sociales ha dejado una huella indeleble en la memoria colectiva, convirtiendo este evento en un símbolo de los tiempos modernos.