En un contexto político marcado por la tensión y la incertidumbre, el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, ha anunciado la convocatoria de una nueva Conferencia de Presidentes para el próximo 6 de junio en Barcelona. Este anuncio ha generado reacciones diversas entre las comunidades autónomas, tanto del Partido Popular (PP) como del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), quienes ven en esta cumbre un intento de Sánchez por desviar la atención de los escándalos que le rodean y consolidar su agenda política.
La falta de un orden del día claro y la escasa antelación con la que se ha realizado la convocatoria han suscitado críticas entre los presidentes autonómicos. Según el reglamento que rige estas conferencias, el Gobierno debe convocar la reunión con al menos veinte días de antelación y proporcionar un orden del día que permita a los presidentes preparar sus intervenciones. Sin embargo, muchos de ellos han manifestado su preocupación por el hecho de que se hayan enterado de la convocatoria a través de los medios de comunicación, lo que pone en duda la legitimidad y la transparencia del proceso.
### Reacciones de las Comunidades Autónomas
Las comunidades autónomas gobernadas por el PP han acogido la noticia con escepticismo, interpretando la convocatoria como un intento de Sánchez por recuperar la iniciativa política en un momento crítico. Fuentes del PP han señalado que la cumbre podría ser un «paripé» destinado a ocultar los problemas internos del Gobierno, como las filtraciones de mensajes de WhatsApp que involucran a miembros del Ejecutivo en situaciones comprometedoras.
Por otro lado, los presidentes autonómicos han comenzado a preparar un «orden del día alternativo» que incluya temas cruciales como la renovación del sistema de financiación autonómica, la crisis migratoria y la emergencia humanitaria en Ceuta y Canarias. Estas cuestiones son consideradas prioritarias por las comunidades, que buscan garantizar un acceso equitativo a los recursos y abordar problemas que afectan directamente a sus ciudadanos.
La Comunidad de Madrid, por ejemplo, ha manifestado su intención de discutir la actualización del sistema de financiación y el respeto al Estado de derecho, mientras que la Comunidad Valenciana ha exigido la aprobación de un fondo de liquidez extraordinario para las comunidades mal financiadas. En Canarias, la situación de los menores migrantes no acompañados también será un tema central en la agenda.
### La Financiación Singular de Cataluña
Uno de los puntos más controvertidos que se prevé abordar en la Conferencia es la propuesta de un modelo de «financiación singular» para Cataluña, que ha sido objeto de críticas por parte de las comunidades del régimen común. Este modelo, que busca otorgar a Cataluña una mayor autonomía fiscal, ha sido interpretado por muchos como un intento de romper el sistema de financiación autonómica establecido en la Constitución.
Las comunidades del PP han advertido que este enfoque podría llevar a una «confederación de repúblicas asimétricas», lo que afectaría negativamente a la distribución de recursos entre las regiones. La preocupación radica en que, al favorecer a Cataluña, se reducirían los fondos disponibles para otras comunidades que dependen del sistema de solidaridad.
La situación se complica aún más con la propuesta de condonación de deuda para las comunidades más endeudadas, que ha sido calificada por los gobiernos populares como un castigo para las regiones cumplidoras. Esta dinámica ha generado un clima de desconfianza y tensión entre las comunidades, que temen que sus intereses sean ignorados en favor de acuerdos políticos que beneficien a Cataluña.
En este contexto, la Conferencia de Presidentes se presenta como una oportunidad para que las comunidades autónomas expresen sus preocupaciones y demandas, pero también como un escenario de confrontación política. La falta de un orden del día claro y la percepción de que la reunión podría ser utilizada como una herramienta política por parte de Sánchez han llevado a muchos presidentes a cuestionar la efectividad de la cumbre.
A medida que se acerca la fecha de la reunión, las comunidades autónomas se preparan para presentar sus propuestas y exigir un debate serio sobre los temas que realmente importan a sus ciudadanos. La Conferencia de Presidentes podría ser un punto de inflexión en la relación entre el Gobierno central y las comunidades autónomas, dependiendo de la disposición de Sánchez para escuchar y abordar las preocupaciones planteadas por los presidentes regionales.