En los primeros meses de 2025, la situación de los desahucios en España sigue siendo alarmante. Durante el primer trimestre del año, se registraron 7.334 desahucios, lo que representa un leve descenso del 1,2% en comparación con el mismo periodo del año anterior. Sin embargo, esta cifra sigue reflejando una crisis habitacional que afecta a miles de familias en el país. La principal causa de estos desalojos es el impago del alquiler, que representa el 70% de los casos, lo que pone de manifiesto la precariedad económica que enfrentan muchas personas en la actualidad.
La Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU) ampara la mayoría de los desahucios, con 5.644 casos en el primer trimestre derivados de procedimientos relacionados con esta normativa. A pesar de que las ejecuciones hipotecarias han disminuido, los lanzamientos por impago de alquiler continúan en aumento, con un incremento del 3,7% respecto al año anterior. Esta tendencia es preocupante, ya que indica que, a pesar de los esfuerzos legislativos para frenar los desahucios, la situación no mejora para aquellos que luchan por mantener un hogar.
### Cataluña: El Epicentro del Desahucio
Cataluña se ha convertido en la comunidad autónoma más afectada por los desahucios, concentrando 2.069 lanzamientos judiciales en el primer trimestre de 2025, lo que equivale a casi un tercio del total nacional. En esta región, se registraron 1.542 desalojos por impago de alquiler y 315 por ejecuciones hipotecarias. La situación es igualmente grave en otras comunidades como Andalucía, Comunidad Valenciana y Madrid, donde los números de desahucios también son significativos.
La crisis de vivienda en Cataluña se agrava por la especulación inmobiliaria y la falta de vivienda asequible. En Madrid, más de 21.000 personas están en riesgo de desahucio, lo que ha llevado a muchos a calificar a los fondos de inversión como «depredadores» del mercado inmobiliario. A pesar de los intentos de regular el sector y limitar las subidas de alquiler, los resultados son insuficientes para frenar el aumento de los desalojos.
### La Emergencia Habitacional y la Okupación
El aumento de los desahucios no es el único síntoma de la crisis habitacional en España. También se ha observado un incremento en los procedimientos por ocupación ilegal, con 592 juicios verbales posesorios registrados en los primeros tres meses del año, lo que representa un aumento del 5,2% en comparación con el año anterior. Cataluña lidera esta lista, seguida de Andalucía y Comunidad Valenciana. Aunque las cifras de ocupación son relativamente bajas, reflejan un fracaso estructural en el acceso a la vivienda.
Cada desahucio representa una historia personal: una madre soltera, un pensionista sin apoyo, una familia sin ingresos estables, o jóvenes con sueldos precarios. El impacto de estos desalojos es devastador, afectando no solo la estabilidad económica de las personas, sino también su salud mental y bienestar general. La falta de un parque público de vivienda adecuado y la imposibilidad de acceder a un alquiler justo para quienes más lo necesitan perpetúan este ciclo de desahucios.
El informe del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) destaca que, a pesar de los esfuerzos por regular el mercado de alquiler y proteger a los inquilinos, los desahucios continúan siendo una constante en las estadísticas judiciales. La mayoría de los desalojos se tramitan a través de los servicios comunes de notificaciones y embargos, con un total de 13.563 solicitudes recibidas en el primer trimestre, un 1,5% más que en 2024. De estas, 6.598 terminaron en lanzamientos efectivos, lo que subraya la gravedad de la situación.
La crisis de vivienda en España no es solo un problema económico, sino también un desafío social que requiere atención urgente. Sin un enfoque integral que aborde tanto la oferta de vivienda asequible como la protección de los inquilinos, es probable que los desahucios sigan siendo una realidad para muchas familias en el país. La necesidad de políticas efectivas y sostenibles es más urgente que nunca, ya que cada cifra en las estadísticas representa una vida afectada por la falta de acceso a un hogar seguro y digno.