La situación de la deuda pública en España ha sido un tema recurrente en los últimos años, especialmente en el contexto de la recuperación económica tras la crisis provocada por la pandemia. En el segundo trimestre de 2025, la deuda pública española alcanzó el 103,4% del PIB, lo que la posiciona como la quinta más alta de la Unión Europea. Este dato es significativo, ya que supera en más de 20 puntos la media comunitaria, que se sitúa en el 81,9%, y en más de 15 puntos la de la zona euro, que es del 88,2%. A pesar de que la relación deuda/PIB ha mostrado una ligera mejora en comparación con el año anterior, el volumen total de la deuda sigue creciendo, lo que plantea interrogantes sobre la sostenibilidad de esta tendencia a largo plazo.
### Evolución de la Deuda Pública Española
Desde que el actual gobierno asumió el poder, la deuda pública ha aumentado considerablemente. En términos absolutos, la deuda ha crecido hasta alcanzar los 1,69 billones de euros, lo que representa un incremento del 4% en comparación con el segundo trimestre de 2024. Este aumento es alarmante, ya que se traduce en un incremento de 409.000 millones de euros desde que Pedro Sánchez llegó a la Moncloa, lo que equivale a un 33,7% más. A pesar de que la deuda en relación al PIB ha disminuido, el crecimiento en términos absolutos sugiere que la economía española aún enfrenta desafíos significativos.
Las proyecciones del Fondo Monetario Internacional (FMI) indican que la deuda pública podría descender al 100,4% del PIB al final de 2025 y continuar su descenso hasta el 92,6% en 2030. Sin embargo, estas cifras deben ser interpretadas con cautela, ya que la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) es más pesimista en sus estimaciones, sugiriendo que la deuda podría estabilizarse en el 99,1% del PIB en 2029. Este desacuerdo entre las proyecciones del FMI y la AIReF refleja la incertidumbre que rodea a la economía española y la capacidad del gobierno para gestionar su deuda de manera efectiva.
Uno de los factores que contribuyen a la elevada deuda pública es el aumento del gasto en intereses. La AIReF ha advertido que, a medida que avanza la década, la presión sobre las finanzas públicas podría intensificarse debido al envejecimiento de la población y el consiguiente aumento en los gastos relacionados con las pensiones. Se estima que para 2050, la deuda podría alcanzar el 129% del PIB, y para 2070, un alarmante 181%. Esto plantea serias preocupaciones sobre la sostenibilidad de la deuda a largo plazo y la capacidad del gobierno para cumplir con sus obligaciones financieras.
### Impacto de la Deuda en la Economía Española
El elevado nivel de deuda pública tiene múltiples repercusiones en la economía española. En primer lugar, limita la capacidad del gobierno para invertir en áreas clave como la educación, la sanidad y la infraestructura. A medida que una mayor proporción del presupuesto se destina al pago de intereses, se reduce la disponibilidad de recursos para otras prioridades. Esto puede tener un efecto negativo en el crecimiento económico a largo plazo, ya que la inversión en capital humano y físico es fundamental para impulsar la productividad y la competitividad.
Además, la deuda pública también afecta la percepción de los inversores sobre la estabilidad económica de España. Un nivel elevado de deuda puede generar desconfianza en los mercados, lo que podría traducirse en un aumento de los tipos de interés y un encarecimiento del crédito. Esto, a su vez, podría afectar a las empresas y a los consumidores, limitando el acceso a financiación y reduciendo el consumo y la inversión.
La situación se complica aún más por el contexto internacional. La guerra comercial global y otros factores externos han impactado negativamente en las exportaciones españolas, lo que ha llevado a pérdidas significativas para las empresas. Se estima que las empresas españolas están perdiendo alrededor de 20 millones de euros al día en exportaciones debido a estas tensiones comerciales. Esta situación no solo afecta a las empresas, sino que también repercute en la recaudación fiscal, lo que podría agravar aún más la situación de la deuda pública.
Por otro lado, la desigualdad económica también es un factor a considerar. La riqueza de la mitad de los españoles se ha mantenido estancada durante los últimos 20 años, mientras que las grandes fortunas han visto un aumento significativo en sus ingresos. Esta disparidad puede generar tensiones sociales y políticas, lo que a su vez podría influir en la estabilidad económica del país.
En resumen, la deuda pública en España es un tema complejo que requiere un análisis profundo y una gestión cuidadosa. A pesar de las proyecciones optimistas a corto plazo, los desafíos a largo plazo son significativos y requieren atención inmediata. La capacidad del gobierno para abordar estos problemas y fomentar un crecimiento económico sostenible será crucial para el futuro de la economía española y la estabilidad de su deuda pública.
