La figura del periodista ha sido objeto de constantes transformaciones a lo largo de la historia, especialmente en contextos políticos cambiantes. Pilar Cernuda, una de las voces más reconocidas del periodismo español, ha sido testigo y protagonista de muchas de estas transformaciones. Desde sus inicios en la Transición española hasta su actual labor como comentarista y columnista, Cernuda ha vivido en primera persona los altibajos de la profesión y las tensiones entre el poder y la prensa.
**La Transición y el Periodismo como Pilar Fundamental**
La Transición española, un periodo crucial en la historia del país, marcó un antes y un después en la forma de hacer periodismo. Cernuda comenzó su carrera en un momento en que la libertad de prensa empezaba a florecer, y su trabajo se desarrolló en un entorno donde la información era un bien preciado. En aquellos años, pocos periodistas tenían acceso directo a los líderes políticos que estaban moldeando el futuro de España. Esta cercanía le permitió a Cernuda no solo informar, sino también influir en la opinión pública y en el propio desarrollo político del país.
La periodista recuerda con nostalgia aquellos tiempos en los que el acceso a las fuentes era más directo y menos restringido. La posibilidad de dialogar con figuras como Felipe González o Adolfo Suárez le otorgó una perspectiva única sobre los acontecimientos que estaban dando forma a la democracia española. Sin embargo, Cernuda también señala que, a pesar de los avances, el periodismo siempre ha enfrentado desafíos, especialmente en lo que respecta a la regulación y el control por parte del poder político.
**El Control Gubernamental y la Libertad de Prensa**
En la actualidad, Cernuda critica abiertamente las medidas que el Gobierno ha implementado para regular el ejercicio del periodismo. Según ella, estas regulaciones no solo limitan la libertad de expresión, sino que también crean un ambiente de desconfianza entre los periodistas y las instituciones. La creación de un Consejo Consultivo para sancionar a periodistas, dominado por una mayoría gubernamental, es vista por Cernuda como un intento de controlar la narrativa mediática y silenciar voces disidentes.
La periodista enfatiza que la labor de un periodista es informar y contar historias, y que esta función no debería estar sujeta a la aprobación de políticos. La reciente legislación que permite a los jueces investigar a periodistas y acceder a sus fuentes es, para Cernuda, un ataque directo a la esencia del periodismo. «La protección de las fuentes es fundamental para garantizar una prensa libre y responsable», afirma. La posibilidad de que un periodista sea espiado o investigado por el simple hecho de cumplir con su deber informativo es, a su juicio, un retroceso alarmante en la lucha por la libertad de prensa.
Cernuda también critica la falta de respeto del Gobierno hacia los periodistas, señalando que nunca antes había visto tantas restricciones en el acceso a la información. La periodista destaca que el artículo 20 de la Constitución, que garantiza el derecho a la información, está siendo vulnerado por un Gobierno que busca controlar lo que se dice y cómo se dice. Esta situación genera un clima de miedo entre los profesionales de la información, quienes se ven obligados a autocensurarse para evitar represalias.
**La Necesidad de una Autorregulación**
A pesar de las dificultades, Cernuda aboga por una autorregulación dentro del periodismo. Ella cree que los propios periodistas deben ser quienes establezcan los estándares de la profesión, en lugar de depender de regulaciones impuestas desde el poder. La Asociación de Periodistas Parlamentarios, según Cernuda, debería tener un papel más activo en la supervisión de la profesión, asegurando que aquellos que se hacen pasar por periodistas sean identificados y sancionados adecuadamente.
La periodista también reflexiona sobre la evolución de la figura del periodista en la era digital. La proliferación de influencers y la desinformación han complicado el panorama mediático, haciendo que sea más difícil distinguir entre fuentes confiables y aquellas que buscan el sensacionalismo. Cernuda sostiene que, aunque la tecnología ha facilitado el acceso a la información, también ha generado un entorno en el que la verdad se diluye y la calidad del periodismo se ve comprometida.
**El Futuro del Periodismo en España**
Mirando hacia el futuro, Cernuda se muestra cautelosamente optimista. A pesar de los desafíos actuales, cree que la pasión por el periodismo y el compromiso con la verdad pueden prevalecer. La periodista enfatiza la importancia de seguir luchando por la libertad de expresión y la independencia de los medios, recordando que el periodismo tiene un papel crucial en la democracia. «La esperanza nunca se puede perder», concluye, subrayando que el futuro del periodismo dependerá de la capacidad de los periodistas para adaptarse y resistir ante la adversidad.
Pilar Cernuda, con su vasta experiencia y su compromiso con la verdad, continúa siendo una voz relevante en el debate sobre el futuro del periodismo en España. Su legado, forjado en tiempos de cambio y desafío, es un recordatorio de la importancia de la libertad de prensa en una sociedad democrática.