La muerte de la princesa Diana en agosto de 1997 dejó un legado que va más allá de su vida pública y su impacto en la sociedad. Sus hijos, el príncipe Guillermo y el príncipe Harry, heredaron un patrimonio significativo, valorado inicialmente en aproximadamente 13 millones de libras esterlinas. Este patrimonio, que incluye dinero, joyas y otros bienes personales, fue depositado en fideicomisos que permitieron que su valor creciera a más de 20 millones de libras cuando ambos príncipes alcanzaron la mayoría de edad. Sin embargo, no todos los bienes de Diana formaron parte de esta herencia, lo que ha generado un debate sobre la tradición y la primogenitura en la aristocracia británica.
La finca de Althorp, situada en Northamptonshire, es uno de los activos más emblemáticos que no fue heredado por Guillermo y Harry. Esta propiedad, que ha pertenecido a la familia Spencer durante más de cinco siglos, es donde Diana pasó su infancia y donde se encuentra su tumba, en una isla del lago Oval de la finca. La gestión de Althorp se rige por las normas de la aristocracia, que dictan que el título y el patrimonio familiar se transfieren al hijo varón mayor. Actualmente, la finca pertenece a Charles Spencer, el noveno conde de Spencer y hermano de Diana, y se espera que pase a su hijo, Louis Spencer, vizconde Althorp, a pesar de que tiene una hermana mayor, Lady Kitty Spencer.
### La Primogenitura Masculina y su Relevancia Actual
La primogenitura masculina ha sido un tema de creciente controversia en el Reino Unido. A medida que la sociedad avanza hacia una mayor igualdad de género, la idea de que un hijo menor pueda convertirse en el heredero de un título nobiliario solo por ser hombre ha sido cuestionada. David Cameron, ex primer ministro británico, expresó que esta noción ya no es aceptable. Durante su mandato, se llevó a cabo un estudio sobre la herencia de títulos nobiliarios, buscando adaptarlos a una sociedad más equitativa.
A pesar de la presión pública y de los cambios en la percepción social, Charles Spencer ha defendido la tradición familiar de mantener Althorp bajo un único titular. En declaraciones previas, ha argumentado que elegir a Kitty como heredera iría en contra de la tradición que ha regido la propiedad durante siglos. Esta postura ha generado un debate continuo sobre la relevancia de la primogenitura masculina en el contexto actual, donde muchos abogan por un enfoque más inclusivo que permita a las mujeres acceder a la herencia familiar.
La finca de Althorp, valorada en aproximadamente 100 millones de libras, se ha convertido en un símbolo de esta lucha entre tradición y modernidad. La familia Spencer prefiere que el patrimonio permanezca unido y bajo su apellido, lo que complica aún más la discusión sobre la sucesión. Louis Spencer, quien pasó parte de su infancia en Sudáfrica, se encuentra en una posición complicada, ya que es visto como el “chico del cartel reacio de la primogenitura masculina”, según algunos medios de comunicación.
### La Relación de los Príncipes con la Familia Spencer
A pesar de las tensiones inherentes a la cuestión de la herencia, la relación entre los príncipes Guillermo y Harry y la familia Spencer ha evolucionado con el tiempo. Ambos príncipes han visitado la tumba de su madre en fechas significativas, como el 25 aniversario de su fallecimiento, donde Harry llevó a su esposa, Meghan Markle, para rendir homenaje. En sus memorias, Harry ha compartido la importancia de este lugar en la comprensión de la historia de su madre y su conexión con la familia Spencer.
La figura de Diana sigue siendo un punto de unión entre sus hijos y la familia Spencer. A pesar de las diferencias en la gestión de la herencia, el legado de Diana perdura, y su influencia se siente en las decisiones que toman tanto Guillermo como Harry. La familia Spencer, por su parte, ha mantenido un vínculo con los príncipes, lo que sugiere que, a pesar de las complicaciones legales y tradicionales, el amor y el respeto por Diana continúan siendo un lazo fuerte entre ambas partes.
En un mundo donde las tradiciones se enfrentan a la modernidad, la historia de Althorp y la herencia de Diana de Gales reflejan las tensiones entre el pasado y el futuro. La finca no solo es un lugar de memoria, sino también un símbolo de las luchas contemporáneas por la igualdad y la justicia en la herencia. A medida que la sociedad británica sigue evolucionando, la historia de Althorp y su legado familiar seguirán siendo objeto de debate y reflexión.