La presión arterial es un indicador crucial para evaluar la salud cardiovascular, afectando a aproximadamente 1280 millones de adultos en el mundo. Sin embargo, un alarmante 46% de estas personas desconoce su condición, lo que incrementa el riesgo de sufrir eventos graves como infartos y accidentes cerebrovasculares. Recientemente, un estudio de la Universidad de Cambridge ha revelado que las mediciones comunes realizadas con un brazalete pueden ser engañosas, lo que podría llevar a que hasta un 30% de los casos de hipertensión sistólica no sean detectados ni tratados adecuadamente.
La hipertensión, conocida como la “enfermedad silenciosa”, es el principal factor de riesgo de muerte prematura y está asociada a múltiples problemas de salud, incluyendo enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares. La investigación de Cambridge ha puesto de manifiesto que el método más utilizado para medir la presión arterial, conocido como auscultatorio, no solo presenta errores técnicos, sino que también tiene una falla física intrínseca que puede subestimar la presión sistólica.
### Problemas en la Medición de la Presión Arterial
El proceso de medición de la presión arterial con un brazalete implica inflar un manguito alrededor del brazo del paciente para interrumpir el flujo sanguíneo. A medida que el manguito se desinfla, el médico escucha los sonidos que produce la arteria con un estetoscopio, registrando así la presión sistólica y diastólica. Sin embargo, el estudio indica que este método puede sobreestimar la presión diastólica y subestimar la sistólica, lo que lleva a diagnósticos erróneos.
La coautora del estudio, Kate Bassil, explica que el método auscultatorio es considerado el estándar de referencia, pero su precisión es cuestionable. La investigación ha demostrado que la posición del brazo y la técnica de medición son factores determinantes en la exactitud de los resultados. Por ejemplo, si el brazo no está apoyado a la altura del corazón o si el manguito no está colocado correctamente, las lecturas pueden ser significativamente inexactas.
Los investigadores de Cambridge han desarrollado un modelo físico que simula lo que ocurre en la arteria bajo el manguito. Este modelo ha revelado que la presión desciende de manera significativa en la zona afectada, lo que retrasa la reapertura de la arteria al desinflar el brazalete. Esta demora es la causa principal de la subestimación de la presión sistólica, un hallazgo que no se había detectado anteriormente.
### Estrategias para Mejorar la Precisión en la Medición
Afortunadamente, los investigadores han propuesto soluciones simples que podrían mejorar la precisión de las mediciones sin necesidad de desarrollar nuevos dispositivos. Una de las recomendaciones más inmediatas es elevar el brazo antes de realizar la medición. Esto podría ayudar a que la presión descendente sea más predecible, permitiendo ajustes que lleven a una lectura más precisa.
Además, se sugiere que los equipos de medición del futuro podrían incorporar datos adicionales, como la edad y el índice de masa corporal, para personalizar las lecturas y mejorar la calibración. Sin embargo, para que estas soluciones sean efectivas, es necesario realizar ensayos clínicos y colaborar con la industria médica.
La correcta preparación antes de tomar la presión arterial también es fundamental. Los cardiólogos recomiendan seguir ciertos pasos para asegurar mediciones precisas: utilizar un equipo validado, elegir un entorno tranquilo y registrar las mediciones para llevarlas a la consulta médica. La falta de registros puede dificultar el diagnóstico y el seguimiento del tratamiento.
Además, la posición del cuerpo durante la medición es crucial. El brazo debe estar apoyado a la altura del corazón, el manguito colocado a uno o dos centímetros del codo, y el paciente debe estar en una posición cómoda, con los pies planos en el suelo y las piernas descruzadas. Errores comunes, como dejar el brazo colgando o usar un brazalete de tamaño incorrecto, pueden alterar significativamente las lecturas.
Con la implementación de estas estrategias y un enfoque más consciente en la técnica de medición, es posible mejorar la precisión de las lecturas de presión arterial. Esto no solo facilitaría un diagnóstico más certero de la hipertensión, sino que también podría prevenir complicaciones graves que afectan a millones de personas en todo el mundo. La investigación de Cambridge abre un camino prometedor para optimizar la detección de la hipertensión, lo que podría salvar innumerables vidas al mejorar la precisión de un dato tan vital como la presión arterial.