El fallecimiento del papa Francisco ha marcado el cierre de un capítulo significativo en la historia de la Iglesia y su relación con España, especialmente con Galicia. A lo largo de su pontificado, Francisco, el primer papa latinoamericano, nunca realizó una visita oficial a este territorio, a pesar de las múltiples invitaciones y la devoción que sentía por San Francisco de Asís. Su frase, «Si voy a Santiago, voy a Santiago; pero no a España», refleja su deseo de evitar que su visita fuera interpretada como un acto político, lo que ha dejado a muchos gallegos con un sentimiento de anhelo por un encuentro que nunca se concretó.
La relación del papa Francisco con España ha sido compleja y ambigua. Durante más de doce años de pontificado, el papa mostró aprecio por la cultura y la historia de la Iglesia española, pero sus prioridades siempre se orientaron hacia países con mayores dificultades sociales y económicas. Esto ha llevado a que su atención se centrara en regiones periféricas y olvidadas, dejando a España en un segundo plano. A pesar de su devoción por los santos españoles y su reconocimiento del papel histórico de la Iglesia en el país, su agenda nunca permitió que se materializara una visita a Galicia.
### Oportunidades Perdidas: El Año Santo Compostelano
Uno de los momentos más esperados para una posible visita del papa a Galicia fue el Año Santo Compostelano de 2021. Este evento, que se celebra cada vez que el 25 de julio, día de Santiago, cae en domingo, fue ampliado hasta 2022 debido a la pandemia de Covid-19. Las autoridades gallegas y el Gobierno español hicieron esfuerzos significativos para invitar al papa, incluyendo gestos diplomáticos y logísticos. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el entonces presidente gallego, Alberto Núñez Feijóo, trasladaron personalmente la invitación al Vaticano.
La esperanza de ver al papa en la Plaza del Obradoiro se avivó cuando Francisco expresó su deseo de visitar Galicia en 2022. Sin embargo, las negociaciones no prosperaron, y aunque se barajaron fechas simbólicas, como el 25 de julio, la visita nunca se concretó. En 2023, cuando se programó su viaje a Portugal para presidir la Jornada Mundial de la Juventud, muchos pensaron que sería el momento ideal para que el papa cruzara la frontera hacia Galicia. Sin embargo, el deterioro físico del pontífice y su agenda internacional cada vez más reducida hicieron que esta posibilidad se desvaneciera.
### Un Mensaje de Peregrinación Universal
La ausencia del papa Francisco en Galicia no solo se puede atribuir a razones logísticas o políticas. Su deseo de no ser visto como un líder político en España es evidente en sus palabras y acciones. La frase que repetía, «Si voy a Santiago, voy a Santiago; pero no a España», sugiere que su intención era visitar el lugar como un peregrino, no como un jefe de Estado. Este enfoque resalta su visión del Camino de Santiago como un fenómeno universal, que trasciende fronteras y nacionalidades.
La muerte del papa Francisco ha dejado un vacío en la comunidad católica y en aquellos que esperaban su visita a Galicia. Muchos gallegos aún anhelan que su figura pudiera haber pisado la tierra que veneran, un lugar de encuentro espiritual y cultural. La relación entre el papa y Galicia, marcada por la ambigüedad y las oportunidades perdidas, es un recordatorio de que, a pesar de las invitaciones y los gestos de cercanía, las prioridades del pontífice siempre estuvieron alineadas con su visión pastoral más amplia.
El legado del papa Francisco en Europa, y en particular en España, es complejo. Su crítica a las olas populistas y su enfoque en la dignidad humana han resonado en muchos, pero su falta de visitas oficiales a países como España ha dejado un sentimiento de desconexión. La historia de su relación con Galicia es un testimonio de cómo la política, la espiritualidad y la geografía pueden entrelazarse de maneras inesperadas, dejando a muchos con preguntas sin respuesta sobre lo que pudo haber sido.