La selección española femenina de baloncesto vivió un desenlace dramático en la final del Eurobasket 2025, donde se enfrentó a Bélgica en un partido que prometía ser una celebración de su talento y esfuerzo. Sin embargo, el encuentro terminó en una amarga derrota por 65-67, dejando a las jugadoras españolas con el corazón roto y sin la posibilidad de alzar su quinto título continental. Este artículo explora los momentos clave del partido y el impacto que tiene esta derrota en el futuro del baloncesto femenino en España.
El partido comenzó con un ritmo frenético, donde ambas selecciones mostraron su capacidad ofensiva y defensiva. España, bajo la dirección del entrenador Miguel Méndez, optó por un quinteto inicial que buscaba controlar el rebote defensivo, una de las áreas que había sido un punto débil en partidos anteriores. Raquel Carrera y Awa Fam fueron elegidas para liderar el esfuerzo en la pintura, mientras que la estrategia ofensiva se centró en aprovechar la movilidad de Fam en el poste alto. En los primeros minutos, España logró establecer una ligera ventaja, cerrando el primer cuarto con un marcador de 19-18 a su favor.
A medida que avanzaba el segundo cuarto, la selección española comenzó a mostrar su potencial, especialmente con la entrada de Aina Ayuso, quien aportó energía y creatividad al juego. Con su habilidad para anotar desde diferentes posiciones, Ayuso ayudó a que España alcanzara una ventaja de seis puntos (28-22), lo que obligó al entrenador belga, Mike Thibault, a solicitar un tiempo muerto. Sin embargo, Bélgica, liderada por la talentosa Julie Allemand, no se dejó intimidar y comenzó a recortar distancias, cerrando la primera mitad con un marcador de 37-31 a favor de España.
El tercer cuarto fue crucial para el desenlace del partido. Bélgica, tras un ajuste en su estrategia, comenzó a maximizar su juego interior, utilizando a sus jugadoras más altas, como Kyara Linskens y Emma Meesseman, para dominar la pintura. A pesar de que España mantuvo su ventaja durante gran parte del cuarto, las belgas lograron dar la vuelta al marcador, poniendo el 43-45 en el tercer cuarto. Sin embargo, España, mostrando su resiliencia, se fue al último cuarto con una ventaja de 52-49, gracias a un triple de Ayuso y un robo de balón que culminó en una canasta de Helena Pueyo.
El último cuarto fue un verdadero espectáculo de baloncesto. España parecía tener el control del partido, aumentando su ventaja a ocho puntos (57-49) a falta de 7:40 minutos. Sin embargo, la presión del momento comenzó a afectar a las jugadoras españolas, que cometieron errores cruciales en los momentos finales. A pesar de su sólida defensa y control del rebote, la selección se vio atrapada en una serie de faltas que les costaron puntos vitales. En un giro inesperado, Bélgica logró un parcial de 14-0 en los últimos minutos, culminando en una canasta decisiva de Antonia Delaere que les dio la ventaja final.
La derrota fue especialmente dolorosa para España, que había llegado a la final con grandes expectativas y un deseo ferviente de redimirse tras la derrota en la final del Eurobasket 2023. La selección, conocida como ‘La Familia’, había sido una potencia en el baloncesto femenino europeo, habiendo ganado títulos en 1993, 2013, 2017 y 2019. Sin embargo, la sombra de Bélgica se ha convertido en una constante en su camino, ya que las belgas también eliminaron a España en los cuartos de final de los Juegos Olímpicos de París 2024.
El impacto de esta derrota va más allá de un simple partido. Representa un desafío para el futuro del baloncesto femenino en España, que ha estado en constante crecimiento y desarrollo. La presión para recuperar la gloria perdida será inmensa, y el cuerpo técnico deberá trabajar arduamente para analizar los errores cometidos y fortalecer la mentalidad del equipo. La experiencia adquirida en este torneo será invaluable para las jugadoras más jóvenes, que ahora tienen la oportunidad de aprender de este doloroso desenlace y prepararse para futuros desafíos.
En resumen, la final del Eurobasket 2025 será recordada como un momento de gran emoción y desilusión para la selección española. A pesar de la derrota, el talento y la dedicación de estas jugadoras son innegables, y el baloncesto femenino en España tiene un futuro prometedor. La resiliencia y la capacidad de aprender de los fracasos son cualidades que definirán el camino hacia la recuperación y el éxito en los próximos torneos.