La reciente tragedia provocada por la dana en octubre de 2024, que dejó un saldo devastador de 228 víctimas mortales, ha llevado al Gobierno de España a replantear sus estrategias de gestión de inundaciones en la cuenca del Poyo. Después de años de promesas y paralizaciones, el Ministerio para la Transición Ecológica ha anunciado un ambicioso plan que incluye la licitación de nuevas obras para mejorar la resiliencia del territorio frente a inundaciones. Este plan, que prevé una inversión total de 530 millones de euros, busca no solo reparar los daños causados por la dana, sino también prevenir futuras catástrofes similares.
Las obras anunciadas se centran en la adecuación y drenaje del barranco del Poyo, que había sido paralizado en 2021 debido a problemas ambientales y falta de presupuesto. La ministra de Transición Ecológica, Sara Aagesen, ha subrayado que las nuevas actuaciones se adaptarán a los escenarios climáticos actuales, que son más extremos y violentos. Entre las medidas propuestas se incluyen la creación de zonas inundables, reforestación y restauración hidrológica-forestal, así como desvíos de agua hacia el río Turia para evitar que grandes volúmenes de agua afecten a los núcleos urbanos.
### Estrategias de Prevención y Adaptación
El plan contempla ocho nuevas actuaciones específicas que buscan mitigar el impacto de futuras inundaciones. Estas incluyen la creación de zonas inundables en el barranco de la Saleta y el barranco del Poyo, que servirán como áreas de laminación para reducir la velocidad y el volumen de las crecidas. La idea es que estas zonas actúen como amortiguadores, protegiendo a las poblaciones cercanas, como Aldaia y Chiva, de los efectos devastadores de las inundaciones.
Además, se realizarán obras de restauración ambiental en el Parque Natural de la Albufera, donde se ha identificado que el encauzamiento del barranco ha incrementado la peligrosidad de inundaciones aguas arriba. Aagesen ha enfatizado la necesidad de adaptar los proyectos existentes a las nuevas realidades climáticas, lo que incluye la mejora del drenaje y la restauración del cauce del barranco.
El ministerio también ha destacado la importancia de la colaboración con expertos y la comunidad local para asegurar que las soluciones implementadas sean efectivas y sostenibles. La participación ciudadana y el conocimiento local son fundamentales para el éxito de estas iniciativas, que buscan no solo reparar el daño causado, sino también construir un futuro más seguro para las comunidades afectadas.
### Inversión y Planificación a Largo Plazo
La inversión total de 530 millones de euros se desglosa en diferentes partidas, que incluyen 335 millones para nuevas obras y 132 millones para proyectos ya diseñados. Este enfoque integral busca no solo abordar las necesidades inmediatas tras la dana, sino también establecer un marco de trabajo a largo plazo que garantice la resiliencia del territorio frente a inundaciones.
El plan también incluye un cambio normativo que permitirá una mejor gestión de los riesgos de inundación, así como la actualización de la cartografía para identificar las áreas más vulnerables. Además, se prevé un programa de adaptación de edificios y viviendas, que incluirá medidas como la elevación de accesos y la instalación de barreras contra inundaciones.
La ministra Aagesen ha manifestado su compromiso con la agilidad en la ejecución de estos proyectos, con la esperanza de que puedan estar bien definidos para el año 2026. La urgencia de estas obras es evidente, especialmente tras la tragedia de 2024, que ha dejado una profunda huella en la memoria colectiva de las comunidades afectadas.
En resumen, el Gobierno de España ha tomado medidas decisivas para abordar las deficiencias en la gestión de inundaciones en la cuenca del Poyo. Con un enfoque en la prevención, adaptación y colaboración, se espera que estas iniciativas no solo reparen el daño causado por la dana, sino que también fortalezcan la resiliencia de las comunidades frente a futuros eventos climáticos extremos.