El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, ha hecho un llamado contundente a la comunidad internacional durante su intervención en la XXXIV Cumbre de la Liga de Estados Árabes, celebrada en Bagdad. En su discurso, Sánchez anunció que España impulsará una resolución en las Naciones Unidas para que la Corte Internacional de Justicia ejerza presión sobre el Gobierno de Israel, liderado por Benjamín Netanyahu, con el objetivo de facilitar la llegada de ayuda humanitaria a Gaza. Esta declaración se produce en un contexto de creciente tensión y crisis humanitaria en la región.
Sánchez destacó la importancia de garantizar el acceso a la asistencia humanitaria sin restricciones, enfatizando que la situación en Gaza es insostenible. «La tentación de redibujar por la fuerza el mapa de Oriente Medio despierta los fantasmas del pasado», advirtió, haciendo referencia a los planes que la Administración Trump ha considerado para la región. El presidente español instó a otros países a seguir el ejemplo de España y reconocer oficialmente el Estado de Palestina, recordando que España tomó esta decisión en mayo de 2024.
### La Solución de los Dos Estados como Clave para la Paz
Durante su intervención, Sánchez reiteró que la solución de los dos Estados es la única vía viable para alcanzar una paz duradera en Oriente Próximo. En este sentido, animó a otros países a unirse a los esfuerzos para reconocer a Palestina como un Estado soberano. «La próxima reunión ministerial del Grupo de Madrid, que se llevará a cabo la semana próxima, es un testimonio de nuestro compromiso para avanzar juntos hacia la paz», afirmó.
El presidente español también mencionó la conferencia de paz programada para el próximo mes de junio en Nueva York, auspiciada por Francia y Arabia Saudí, como una oportunidad crucial para avanzar en el diálogo y la cooperación entre las partes involucradas. Sánchez subrayó que la comunidad internacional debe actuar de manera unida para poner fin al conflicto y facilitar el establecimiento de un Estado palestino viable.
Sin embargo, la respuesta de Israel a estas iniciativas ha sido negativa. Netanyahu ha rechazado la propuesta de Sánchez, argumentando que el Gobierno español ha mostrado una postura hostil hacia Israel, lo que, según él, impide que España actúe como un mediador neutral en las negociaciones de paz. Esta tensión se ha intensificado desde que Sánchez calificara a Israel de «Estado genocida» en el Congreso de los Diputados, lo que ha generado un fuerte rechazo por parte del Gobierno israelí.
### La Reacción Internacional y el Apoyo a la Iniciativa Española
La intervención de Sánchez en la cumbre ha sido bien recibida por varios países árabes, que han elogiado el compromiso de España con la causa palestina. El ministro de Exteriores de Irak, Fuad Husein, destacó el apoyo de España en las cuestiones árabes y su compromiso con la seguridad y estabilidad en Oriente Próximo. Las autoridades iraquíes han resaltado la importancia de fortalecer la cooperación en diversos campos, lo que podría abrir nuevas oportunidades para el diálogo y la colaboración entre España y los países árabes.
A pesar de la resistencia de Israel, la postura de Sánchez refleja un cambio en la política exterior española hacia una mayor implicación en la resolución del conflicto israelo-palestino. Este enfoque ha sido respaldado por otros gobiernos europeos, aunque no todos han estado dispuestos a seguir el ejemplo de España en el reconocimiento de Palestina.
La situación en Gaza sigue siendo crítica, con informes de escasez de alimentos, medicinas y otros suministros esenciales. La comunidad internacional ha expresado su preocupación por el impacto humanitario del bloqueo impuesto por Israel, y la presión sobre el Gobierno israelí para que permita el acceso humanitario se ha intensificado en los últimos meses.
En este contexto, la iniciativa de Sánchez podría ser un paso significativo hacia la búsqueda de una solución pacífica y duradera en la región. Sin embargo, la efectividad de estos esfuerzos dependerá de la voluntad de las partes involucradas para comprometerse con el diálogo y la negociación, así como del apoyo continuo de la comunidad internacional para garantizar que se respeten los derechos humanos y se facilite la ayuda humanitaria a quienes más lo necesitan.