La historia política de España ha estado marcada por momentos decisivos que han definido el rumbo del país. Uno de esos momentos fue la victoria del PSOE en 1982, un hito que no solo cambió el panorama político, sino que también dejó una huella imborrable en la memoria colectiva de los españoles. En este contexto, Jordi Sevilla, un destacado político y economista, ha reflexionado sobre su trayectoria y el futuro de la socialdemocracia en España, en una reciente conversación en el emblemático Hotel Palace de Madrid.
La victoria del PSOE en 1982 fue un evento que simbolizó el deseo de cambio de una sociedad que había vivido bajo el régimen franquista. Con 202 diputados, el PSOE se convirtió en la primera fuerza política de izquierda en gobernar España desde la muerte de Franco. Jordi Sevilla, que en aquel entonces era un joven de 26 años, recuerda con nostalgia aquella noche de celebración. «Era un contexto irrepetible, muy especial», dice Sevilla, quien se unió al partido en un momento en que la esperanza y el optimismo estaban en su punto más alto.
### La evolución del PSOE: de Felipe González a Pedro Sánchez
A lo largo de su carrera, Sevilla ha sido testigo de la evolución del PSOE y de sus líderes. Desde su ascenso como asesor en el Gobierno de Felipe González hasta su papel como ministro de Administraciones Públicas con José Luis Rodríguez Zapatero, ha vivido de cerca los altibajos del partido. Sin embargo, su visión sobre el PSOE actual es crítica. Sevilla sostiene que el partido ha perdido su rumbo y se ha dejado influenciar por los extremos políticos, lo que ha llevado a una polarización que amenaza la democracia en España.
«Me preocupa que está en cuestión la democracia. Los dos grandes partidos, PP y PSOE, se han dejado abducir por los extremos y han normalizado el odio y la imposibilidad de llegar a acuerdos», afirma Sevilla. Esta situación, según él, es insostenible y requiere un cambio urgente. La falta de diálogo y la incapacidad de los partidos para colaborar en temas cruciales, como la vivienda, son síntomas de una crisis más profunda en la política española.
Sevilla también critica la tendencia de los partidos a priorizar la estrategia electoral sobre la solución de problemas reales. «El objetivo de los partidos políticos no es ganar elecciones, sino aportar soluciones a los problemas del país», enfatiza. Esta perspectiva resuena con muchos ciudadanos que sienten que sus preocupaciones no están siendo atendidas por sus representantes.
### La necesidad de un nuevo pacto político
En su búsqueda de soluciones, Sevilla ha participado en iniciativas como la Plaza del Círculo, donde se reúnen figuras de diferentes partidos para discutir propuestas que podrían ayudar a regenerar la política en España. Este tipo de colaboración es fundamental, según él, para crear un proyecto de país que trascienda las divisiones actuales.
«Si el PP y el PSOE se ponen de acuerdo, el 70% de los españoles estarían de acuerdo», señala Sevilla, refiriéndose a la composición del Parlamento. Sin embargo, la realidad es que la fragmentación política y la falta de voluntad para negociar han llevado a un estancamiento que perjudica a la sociedad en su conjunto. La vivienda, un tema que afecta a millones de españoles, es un claro ejemplo de cómo la falta de consenso puede perpetuar problemas que requieren soluciones urgentes.
Sevilla también critica la reciente propuesta del Gobierno de prohibir la compra de vivienda a quienes no la vayan a habitar. «Eso es un puñetero disparate», dice, argumentando que la solución a la crisis de vivienda no radica en controlar precios, sino en aumentar la oferta de viviendas. Esta visión pragmática es un reflejo de su enfoque hacia la política: centrarse en soluciones efectivas en lugar de en ideologías.
### La juventud y el futuro del PSOE
A pesar de sus críticas, Sevilla no pierde la esperanza en el futuro del PSOE. Cree firmemente que la solución a los problemas del partido radica en la nueva generación de militantes. «La solución al PSOE hay que buscarla entre la siguiente generación, entre la gente joven», afirma. Esta visión optimista es un llamado a la acción para aquellos que se sienten desilusionados con la dirección actual del partido y desean un cambio.
Sevilla aboga por la creación de corrientes dentro del PSOE que permitan una mayor diversidad de opiniones y un debate más saludable. «Hay que devolverle al PSOE un discurso con voluntad de mayoría de país y con un proyecto de una España en la que no sobra nadie», concluye. Esta idea de inclusión y unidad es fundamental para revitalizar la socialdemocracia en España y recuperar la confianza de los ciudadanos en sus líderes.
En un momento en que la democracia enfrenta desafíos significativos, las reflexiones de Jordi Sevilla son un recordatorio de la importancia de la colaboración, el diálogo y la búsqueda de soluciones efectivas. La historia del PSOE y de España está en constante evolución, y la participación activa de todos los ciudadanos, especialmente de las nuevas generaciones, será crucial para dar forma a un futuro más prometedor.
 
									 
					 
