La Hermandad del Rosario de Granada ha sido víctima de un robo que ha dejado a la comunidad cofrade en estado de conmoción. El pasado lunes, 27 de octubre, se reportó la sustracción de 18 joyas que adornaban la imagen de Nuestra Señora del Rosario en la Iglesia de Santo Domingo. Este suceso no solo ha afectado el patrimonio material de la hermandad, sino que ha causado un profundo dolor emocional entre los devotos que habían prestado sus alhajas para engalanar a la Virgen durante un evento que, lamentablemente, fue suspendido por las inclemencias del tiempo.
Las joyas robadas eran préstamos temporales de hermanos y devotos, quienes las ofrecieron con gran devoción para adornar la imagen durante el Rosario Matinal del domingo anterior. La sustracción fue descubierta por el prioste de la cofradía tras la misa de las 20:00 horas, cuando notó la ausencia de las alhajas que adornaban a la Virgen en su capilla. La hermandad ha comunicado que está colaborando estrechamente con la Policía Judicial para esclarecer los hechos y dar con los responsables de este acto delictivo.
### La Reacción de la Comunidad Cofrade
La noticia del robo ha generado una ola de tristeza y preocupación entre los miembros de la hermandad y los fieles. Antonio Martín, hermano mayor de la cofradía, ha expresado que el daño emocional causado por este robo es mucho más doloroso que la pérdida material. Las joyas robadas no solo eran objetos de valor, sino que representaban la fe y el compromiso de los devotos hacia su imagen mariana. La hermandad ha querido tranquilizar a los fieles, asegurando que la talla de la Virgen no ha sufrido daños y que se están tomando todas las medidas necesarias para recuperar las joyas sustraídas.
El robo ha sido un recordatorio de la vulnerabilidad de las instituciones religiosas ante actos delictivos. La Iglesia de Santo Domingo, donde ocurrió el robo, cuenta con un sistema de seguridad que incluye cámaras de vigilancia, las cuales han captado a los presuntos ladrones accediendo al templo a plena luz del día. Las grabaciones muestran cómo dos individuos se acercaron a la capilla y retiraron las joyas que aún permanecían colocadas tras los actos del fin de semana.
### Un Patrimonio de Fe y Devoción
Las joyas robadas no pertenecían al patrimonio de la hermandad, sino que eran donaciones particulares de los devotos. Este hecho es común en las hermandades andaluzas, donde los fieles prestan sus alhajas personales para que las imágenes marianas las luzcan durante los cultos y procesiones. La pérdida de estas joyas ha sido especialmente dolorosa para las familias que las ofrecieron, ya que cada pieza tiene un significado personal y emocional.
La Hermandad del Rosario ha denunciado que este no es un caso aislado. La iglesia ha sufrido ya una veintena de robos en el pasado, y la hermandad ha sido víctima en tres ocasiones. La Policía Nacional está llevando a cabo una investigación exhaustiva, analizando las huellas y revisando las grabaciones de seguridad para identificar a los autores del robo. La comunidad espera que la rápida actuación policial permita dar con los responsables y que las joyas sean recuperadas.
La situación ha llevado a la hermandad a reflexionar sobre la seguridad de sus instalaciones y la protección de su patrimonio. La fe y la devoción de los cofrades son inquebrantables, pero la realidad de estos actos delictivos pone en evidencia la necesidad de reforzar las medidas de seguridad en los templos y lugares de culto.
La Hermandad del Rosario ha hecho un llamado a la comunidad para que se mantenga unida en estos momentos difíciles y para que se apoyen mutuamente. La fe y la devoción son los pilares que sostienen a esta comunidad, y aunque el robo ha causado un gran pesar, también ha fortalecido los lazos entre los cofrades, quienes se han comprometido a trabajar juntos para superar esta adversidad.
La historia de la Hermandad del Rosario es un testimonio de la devoción y el compromiso de sus miembros. A pesar de los desafíos que enfrentan, la comunidad sigue adelante, confiando en que la justicia prevalecerá y que la fe siempre encontrará una manera de brillar, incluso en los momentos más oscuros. La recuperación de las joyas robadas es solo una parte de la historia; lo más importante es el espíritu de unidad y solidaridad que ha surgido entre los cofrades de Granada, quienes están decididos a proteger su patrimonio y su fe.
 
									 
					 
