La situación del exsecretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán, ha captado la atención mediática y política en España tras su arresto en relación con el caso Koldo, una trama de corrupción que involucra presuntas irregularidades en el Ministerio de Transportes. Cerdán, que se encuentra en prisión provisional, ha defendido su inocencia y ha denunciado lo que considera una persecución política en su contra. En una reciente entrevista desde la cárcel, Cerdán expresó su deseo de que se termine la instrucción para poder demostrar su inocencia, afirmando: «No he hecho nada de lo que dice la UCO». Su situación ha suscitado un intenso debate sobre la naturaleza de las acusaciones y la cobertura mediática del caso.
La trama de corrupción en la que se ve envuelto Cerdán se centra en la supuesta entrega de sobornos a funcionarios a cambio de adjudicaciones de obras públicas. En particular, se menciona la implicación de Koldo García, un exescolta y colaborador del partido, quien habría grabado conversaciones en las que se discuten estos pagos. Cerdán ha rechazado la autenticidad de estos audios, afirmando no reconocer las conversaciones ni el contexto en el que se desarrollan. Además, ha cuestionado la veracidad de las grabaciones, sugiriendo que su origen es sospechoso y que no se puede confiar en la forma en que fueron obtenidas.
Uno de los puntos más controvertidos del caso es la relación de Cerdán con Koldo García. Según el exsecretario, conoció a García en 2014 o 2015, cuando este se presentó en el Partido Socialista de Navarra para afiliarse y colaborar en tareas de seguridad. Cerdán ha aclarado que García nunca trabajó formalmente para el partido y que su papel como conductor de José Luis Ábalos fue una decisión basada en la necesidad de contar con alguien con experiencia en seguridad. Sin embargo, el sumario judicial lo señala como una figura central en la trama, lo que ha llevado a Cerdán a criticar la interpretación de los hechos por parte de la Guardia Civil, a la que acusa de forzar conclusiones que no se ajustan a la realidad.
### La Persecución Mediática y Política
Cerdán ha manifestado su preocupación por la cobertura mediática de su situación, interpretando la difusión de imágenes suyas en prisión como parte de una estrategia para perjudicar tanto al PSOE como al Gobierno. En su opinión, hay un objetivo claro de dañar su imagen y la del partido, lo que ha intensificado su sensación de indefensión. «Siento mucho el daño que se le ha hecho al Partido Socialista, pero más el que se me ha hecho a mí», declaró, enfatizando que si no hubiera sido secretario de organización, probablemente no se habría visto envuelto en esta situación.
El exsecretario ha criticado la falta de registros en su despacho y domicilio, lo que considera un hecho llamativo en el contexto de las acusaciones que enfrenta. A pesar de su encarcelamiento preventivo, el juez ha decidido mantenerlo en prisión debido al riesgo de que pueda destruir pruebas o influir en otros testigos. Esta decisión ha generado un debate sobre la proporcionalidad de las medidas adoptadas en su contra, especialmente dado que Cerdán ha insistido en su inocencia y en la falta de pruebas contundentes que lo incriminen.
### La Relación con Antxon Alonso y la Trama Navarra
Otro aspecto relevante en el caso es la relación de Cerdán con el empresario navarro Antxon Alonso, cuyo nombre aparece en el informe de la UCO. Se le atribuye a Cerdán la adquisición de participaciones en una empresa beneficiaria de adjudicaciones, lo que ha llevado a especulaciones sobre la existencia de una «trama navarra». Sin embargo, Cerdán ha negado esta interpretación, argumentando que las obras mencionadas en la causa corresponden a periodos en los que el PSN no tenía poder institucional o eran de iniciativa privada.
Cerdán ha admitido que tuvo dudas sobre su continuidad en la política en 2015, pero ha asegurado que rechazó una propuesta de Alonso para un proyecto, lo que refuerza su argumento de que no hay una conexión directa entre él y las irregularidades que se le imputan. A pesar de la gravedad de las acusaciones, Cerdán ha manifestado su intención de alejarse de la política si logra demostrar su inocencia, deseando vivir tranquilamente con su familia y pasar página en su vida.
La situación de Santos Cerdán es un reflejo de las complejidades del sistema político y judicial en España, donde las acusaciones de corrupción pueden tener repercusiones significativas no solo para los individuos implicados, sino también para los partidos políticos y la confianza pública en las instituciones. A medida que avanza la instrucción del caso Koldo, la atención se centrará en cómo se desarrollarán los acontecimientos y si Cerdán podrá finalmente demostrar su inocencia frente a las acusaciones que lo han llevado a la prisión.