El pasado 29 de octubre de 2025, Valencia fue escenario de un emotivo funeral de Estado en memoria de las 237 víctimas de la dana, una tragedia que marcó a la comunidad un año atrás. La ceremonia, que tuvo lugar en el Museu de les Ciències, reunió a familiares, autoridades y miembros de la realeza, quienes se unieron en un acto de homenaje y recuerdo. La atmósfera estuvo impregnada de dolor, pero también de reivindicación, ya que muchos asistentes expresaron su descontento hacia los políticos presentes, recordando que la tragedia no solo fue un fenómeno natural, sino también un reflejo de la falta de acción y responsabilidad por parte de las autoridades.
La presencia de los Reyes Felipe VI y Letizia fue un gesto significativo para los familiares de las víctimas. Durante el evento, los monarcas se acercaron a los dolientes, ofreciendo consuelo y apoyo. Carmina Gil, vicepresidenta de la Asociación Víctimas Mortales Dana 29-O, expresó su agradecimiento por el homenaje, señalando que era fundamental para honrar la memoria de su suegra y de todos los que perdieron la vida en esta tragedia. La cercanía de la realeza fue apreciada por muchos, quienes sintieron que su dolor era compartido y reconocido.
Sin embargo, el ambiente se tornó tenso cuando los asistentes comenzaron a gritar consignas contra los políticos presentes, incluyendo al presidente Pedro Sánchez y al presidente de la Generalitat, Carlos Mazón. Las voces de protesta resonaron en el recinto, con gritos de «Mazón, dimisión» y «Asesino», reflejando la frustración de los familiares que sienten que no se ha hecho lo suficiente para prevenir tragedias similares en el futuro. Virginia Ortiz, una de las familiares que habló en el evento, subrayó que la verdadera responsabilidad recae en aquellos que omiten su deber, lo que puede resultar en la pérdida de vidas humanas.
### Un Acto de Recuerdo y Música
El funeral no solo fue un espacio para la reivindicación, sino también un momento para recordar a los que ya no están. La música jugó un papel crucial en la ceremonia, ayudando a canalizar el dolor colectivo. El Sexteto de la Orquesta de RTVE interpretó el Adagio del Concierto de Aranjuez, mientras que La Maria ofreció una conmovedora interpretación de El Cant dels Ocells durante la ofrenda floral. Cada uno de los 237 nombres de las víctimas fue leído en voz alta, y los asistentes alzaron fotografías de sus seres queridos en un emotivo tributo.
Las 237 rosas blancas, colocadas en honor a cada víctima, se convirtieron en un símbolo del amor y la memoria que perdura. La periodista Lara Siscar, quien condujo el evento, cerró el acto con una dedicatoria a todos aquellos que continúan luchando por seguir adelante, agradeciendo su valentía y dignidad en medio del dolor.
La ceremonia también fue un espacio para que los familiares compartieran sus historias. Naiara Chuliá, quien perdió a su marido en la dana, habló sobre el dolor y la esperanza, expresando su deseo de encontrar una razón para seguir adelante. Su testimonio resonó entre los presentes, quienes compartían el mismo sentimiento de pérdida y anhelo por justicia. La conexión emocional entre los asistentes fue palpable, y muchos se sintieron apoyados al ver que no estaban solos en su sufrimiento.
### La Reacción de la Comunidad
El funeral no solo fue un evento privado para las familias, sino que también reflejó la respuesta de la comunidad ante la tragedia. En los días previos al homenaje, los vecinos de Paiporta, una de las localidades más afectadas, organizaron una vigilia para recordar a las 46 víctimas que perdieron la vida en su municipio. Bajo la lluvia, los asistentes guardaron tres minutos de silencio, mostrando su solidaridad y respeto por aquellos que sufrieron la pérdida de seres queridos.
La tragedia de la dana ha dejado una huella imborrable en la comunidad valenciana, y el funeral de Estado fue un recordatorio de la necesidad de seguir luchando por la memoria de las víctimas. Las camisetas con lemas como «Eren morts evitables» (Eran muertos evitables) y «Traidores, cómplices, asesinos» llevadas por algunos asistentes, subrayaron la urgencia de abordar las responsabilidades políticas y la necesidad de medidas preventivas para evitar que tragedias similares se repitan en el futuro.
La combinación de dolor, recuerdo y reivindicación en el funeral de Estado por las víctimas de la dana en Valencia es un reflejo de la complejidad de la experiencia humana ante la tragedia. La comunidad se unió no solo para llorar a sus muertos, sino también para exigir justicia y un compromiso real por parte de las autoridades. La memoria de las 237 víctimas sigue viva en el corazón de sus seres queridos y en la conciencia colectiva de una sociedad que no olvidará fácilmente lo ocurrido.
 
									 
					 
